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domingo, 9 de agosto de 2020

Echarse un farol

Tan viejo como la pared

O dos, o tres, o cuatro. Los que hagan falta, los que te encuentres por el camino. Yo siempre miro a los faroles y por eso tropiezo con los baches del suelo. Como tengo una buena colección, os traigo unos pocos; faroles, no baches.


Cuesta de los Chinos

Se le ha ido un poco la cabeza

Estas fotos las hice hoy, esta mañana, en este domingo caluroso de agosto en nuestro paseo por el Bosque de la Alhambra, la Cuesta de los Chinos y la Carrera del Darro.

También llamada Cuesta del Rey Chico
 


jueves, 30 de julio de 2020

Ver las estrellas

Paisaje borroso
La verdad es que vimos pocas estrellas porque, aunque estábamos en un sitio alto y despejado, cuando se hizo de noche nos dimos cuenta de que había mucha contaminación lumínica y era difícil distinguir nada mas allá de Júpiter o la Osa Mayor.
Restaurante con vistas
 Bueno, si que vimos algo más: cuando volvíamos al aparcamiento a coger el coche, justo en el momento en que Pedro dijo, - Esa es Sirio, yo perdí el suelo bajo mis pies y me caí de bruces en un asfalto muy rugoso que me dejó un agujero sangriento en la rodilla y un bulto en el codo, y me ha dejado lastimada para unos días. Ahí si que vi las estrellas, pero las vi al nivel del suelo.  Ahora debo agradecer a este maldito COVID-19 el que todas llevemos un frasquito de gel hidroalcohólico en el bolso con el que me pude limpiar el hilillo de sangre que bajaba desde mi rodilla a mi sandalia y me la puso hecha una pena.
Tere de incognito

Maldita sea, esta capacidad mía de perder pie en cualquier pequeño descuido. Es cierto que el sitio estaba oscuro, el camino era irregular y estaba mal hecho y yo iba mirando al cielo, pero los dos que venían conmigo, Pedro y Tere, estaban haciendo exactamente lo mismo que yo en el mismo camino que yo. ¿Por que me pasó a mi? Vuelvo a decir lo mismo  - ¡¡MALDITA SEA!!
No importa, no me he roto nada y con un poco de natación se me pasará, y la verdad es que pasamos una estupenda velada en el Mirador del Restaurante La Ermita en lo alto de Sierra Elvira. ¡¡Gracias a Tere - gracias, gracias, gracias - por sugerir el paseo, llevarnos e invitarnos!!
Paso de Moclín - hacia poniente

 Disfrutamos de la compañía,  de la charla, de las bebidas - no sé cómo llamar a unos muy claritos tintos de verano - y de los últimos rayos del sol, que se ponía por Moclín - hacia poniente-. 
Todo sin alcohol, pero con tapas y vistas
 También disfrutamos de la vistas de la Vega, de Granada, de Sierra Nevada - de color malva - y de los pueblos y urbanizaciones que nos rodeaban hasta llegar al pie de La Alfaguara o de la Sierra de Iznalloz.
La mano de Pedro - La vega de Granada
Pero el día había sido tan caluroso que un neblina color naranja o color polvo del desierto difuminaba el paisaje. Tendremos que volver en otra ocasión a admirar y fotografiar unas vistas mas nítidas y un paisaje mas claro.
Atarfe


Las canteras

Cuarto Creciente - Volveremos para ver la luna llena
Una buena cervecita con vistas

jueves, 28 de mayo de 2020

Clases en la cola

¡Han vuelto! - Eurocopter colibrí Patrulla ASPA
        Los helicópteros forman parte del paisaje cotidiano en esta ciudad de Granada. Llevamos años oyéndolos y viéndolos por encima de nuestras cabezas. Todos sabemos que son las  prácticas de vuelo de los alumnos de la Base Aérea de Armilla o bien son los helicópteros de la Patrulla ASPA
         En esta ciudad tenemos muy pocas industrias. Vivimos del turismo y de la Universidad y también tenemos una base aérea militar donde se estrenan los futuros pilotos de la aviación española. Por eso no nos quejamos. El ruido es parte de nuestra vida y ya ni levantamos la cabeza cuando los oímos pasar una y otra vez durante su periodo de entrenamiento.
         Ahora, sin embargo, los ruidos son diferentes. Ya no hay aviones ni helicópteros en prácticas en el cielo, ahora solo se escuchan los pájaros y de vez en cuando nos llega el familiar sonido de un helicóptero aislado y una avioneta. Hay días que se oyen los dos, otras veces solo uno.
         Ayer pasó el helicóptero por encima de nuestras cabezas cuando yo estaba en la cola de la frutería donde hago mi escasa vida social de barrio en estos días. Un hombre  explicó a quien quisiera escucharle que los helicópteros 'nos están vigilando y las avionetas nos fumigan con un liquido desinfectante' y lo dijo con conocimiento de causa, a juzgar por la seguridad con la que hablaba. No esperaba aprender esas cosas en la cola de la frutería.
         En  los días más oscuros del encierro, cuando solo salía a hacer la compra una vez a la semana, oí lo que una señora muy asustada le comentó a su vecina de cola -- Yo te digo que cuando los críos vuelvan a la escuela, otra vez volverá el bicho --.  Yo estaba detrás de ella esperando mi turno para entrar y pensé que una señora en la cola del Corte Inglés probablemente hubiera dicho, -- Cuando los niños vuelvan al colegio, repuntará la pandemia --. Así que aprendí que hay muchas formas de decir lo mismo.
Le faltan tildes, le sobra mala leche
         Hoy durante nuestro paseo matinal para hacer deporte hemos caminado por los caminos cercanos de la Vega. En una tapia, alguien se quejaba del exceso de paseantes por la zona.  En esta ocasión la pared de una casa medio en ruinas ha sido mi pizarra para aprender.  Me ha costado un rato, pero al final lo entendí. ¿Y vosotros?

         Me gusta escuchar a la gente en la cola o antes en el metro porque siempre aprendo algo interesante. Hoy he cambiado de aula.

sábado, 16 de mayo de 2020

Ya estoy harta y no soy la única

¿Cuándo volveré a viajar en metro?
    Esta mañana durante nuestro paseo diario, me fijé en las tres señoras mayores que caminaban delante de nosotros por la acera, cada una tenía un manera especial de arrastrar los pies, las zapatillas y su ánimo. Iban juntas pero hacían como si no se conocieran, no hablaban entre ellas y mantenían la distancia social requerida. Yo las observaba porque nosotros tampoco teníamos ninguna prisa y no pensamos ni por un momento en adelantarlas. Hacia una buena mañana para tomar el aire de la calle y, aunque casi era la hora de volver a casa, yo le sugerí a Pedro hacer algo de compra antes de encerrarnos de nuevo; cualquier excusa es buena para no volver al encierro. 
    Pero se ve que no somos ni muchos menos los únicos hartos del confinamiento. Justo en el momento en que llegamos a la rotonda donde se cruza la calle por donde íbamos con la carretera de Granada, el metro pasó lentamente delante de nosotros. Entonces, la señora que iba delante de las tres, ya no pudo aguantar más y se volvió a sus amigas - Cuando esto pase, vamos a pillar el metro y nos vamos a ir a comer churros a Graná. 
O me voy a ver a los patos
 
Me comeré unos churros

No sé qué les pareció la sugerencia a las otras dos señoras porque en ese momento las tres amigas volvieron sobre sus pasos sin decir ni una palabra y emprendieron el camino de vuelta sin delatar su amistad. 
Me voy con ustedes
   Nosotros nos dirigimos al supermercado, pero cuando me volví hacia ellas y las vi alejarse pensé que me hubiera gustado decirles,  - Señora, cuente conmigo. Yo también quiero pillar el metro para ir a Graná a comer churros, a ver el río y los patos, a pasear por la calle Recogidas, a sentarme en un banco de la plaza Bib-Rambla, a sacar perros al sol, o a lo que haga falta.

sábado, 20 de octubre de 2018

Tres turistas

Al final el día se aclaró y la lluvia nos dejó pasear a gusto, pero ya teníamos la idea de visitar el Museo Arqueológico, recién reabierto, y eso fue lo que hicimos.
Patio del Museo - casi vacío, el patio y el museo

Como sabéis, el Museo Arqueológico de Granada está en la Casa del Castril, precioso edificio del siglo XVI, en la Carrera del Darro. Según la guía su portada es una de las mejores portadas renacentistas de Granada. Siempre me he parado a contemplarla, y hoy ni siquiera le hice una foto y eso que ahora está mas limpia que nunca y las figuras que rodean la puerta la adornan como si fuera una filigrana. Seguro que todos recordáis la ventana cegada en la esquina, la de las leyendas ...
 
Este museo ha estado cerrado durante ocho años. Yo lo recuerdo de mis visitas cuando era estudiante como algo caótico, como eran antes los museos. Las salas estaba llenas de trozos de cerámica, capiteles, figuritas, tinajas, piedras, sarcófagos, lápidas... Era bastante complicado apreciar la historia o la prehistoria de aquella manera.
Un gran mosaico

El astrolabio y yo

Ahora han hecho una buena selección de sus mejores fondos y los exponen en solo tres salas y en el patio, como este mosaico encontrado en la calle Palencia (Zaidín-Vergeles) y como esta preciosa colección de capiteles.
Los capiteles
La Alhambra desde el Museo
 Desde el patio del Museo se puede ver la Alhambra, pero si queréis hacer fotos, id por la tarde. A mi no me quedaron muy bien.
La gente en el campanario
Pero sí que vimos claramente que había gente en el campanario de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, justo frente al Museo. Nos faltó tiempo a Tere y a mi para salir del museo y llegar a la Iglesia. Por dos euros, entramos en la Iglesia y subimos a la torre. Poco a poco subimos todos los tramos de escalera hasta el mismísimo campanario. 
El Albaicin, al fondo

Moi
Estas son las fotos desde detrás de las campanas y de la rejilla protectora y estas somos nosotras. 
Tere






Centro de Documentación Musical




También visitamos el Centro de Documentación Musical, en la Carrera del Darro, y, como todo no es cultura, descansamos tomando el sol y una fantástica cerveza con tapa y vistas en el paseo de los Tristes y con música.
Música bajo la Alhambra
 Para recuperar fuerzas una magnifica comida en Los Marianos. 
(Muy recomendable)
Deliciosa ensaladilla rusa


Fritura riquísima
Cervezas con tapa










Y para terminar, café en el Hotel Palacete. 
Pero ...

lunes, 5 de marzo de 2018

Buscando el arco iris por la Vega con Nico

Ayer por la tarde Nico nos llevó de paseo en su nuevo vehículo. Dimos una gran vuelta por la Vega de Granada, desde casa hasta el aeropuerto y de allí a Láchar, Valderrubio, Fuente Vaqueros y regreso. 
Paseamos bajo nubes oscuras y algún chaparrón;  entre charcos, barrizales y choperas anegadas.
En algunos momentos el sol se asomó por las nubes y decidimos ir a capturar el arco iris. A veces hicimos las fotos desde dentro del coche, a veces pisoteando sembrados o saltando acequias. Fue una autentica aventura pero yo obtuve una buena recompensa, como podéis ver aquí. 
Y para rematar este Magical Mystery Tour nos tomamos un te con galletas a la salud de nuestro anfitrión.

Los colores del arco iris se derraman sobre la ciudad
Uno entero

En la Vega

Desde  dentro - Carretera de  Chimeneas

Entre arboles - cerca del aeropuerto

Puente sobre el Genil en Láchar
Nico disparando al arco iris

Barro y agua
Por Valderrubio

 También encontramos un Castillo

martes, 6 de febrero de 2018

Valientes

¿Quien es el valiente que se atreve a subir a la Alhambra con unas gélidas temperaturas en un día tan nublado y tan gris que parecía que iba a empezar nevar de un momento a otro? 
¡Valientes!
 Nosotras fuimos las cuatro valientes que decidimos subir a ver la Alhambra bajo la nieve.

Los Jardines del Partal bajo la nieve

Hacía muchísimo frío y todo estaba embarrado y lleno de agua. 
La que no estaba en el suelo de los palacios o en los charcos de los caminos, nos caía de los tejados o los arboles mientras caminábamos por los jardines del Generalife y del Partal y los Palacios Nazaríes.
No tuvimos que hacer nada de cola para comprar las entradas, ya nos lo había dicho Pablete. 
Como hacía mal tiempo  y además estamos en temporada baja no había muchos visitantes y todos sabemos que cuando se puede pasear tranquilamente sin muchedumbres que te agobien por todos sitios es cuando realmente se disfruta de la Alhambra. 
 

¿Nos sentamos un rato?
Nosotras disfrutamos del paseo y de la compañía todo lo que pudimos, aunque tengo que  admitir que al principio fue difícil ponernos de acuerdo sobre la ruta que íbamos a hacer - ¡y eso que solamente eramos cuatro!- ; pero luego todo fue estupendamente.  
Seguimos el recorrido acordado, hicimos muchas fotos, paseamos, charlamos y nos reímos, y no nos pudimos sentar a descansar un poco porque ya ve´si cómoe staban los bancos de nieve.
Había nieve por todos sitios: en los naranjos, en las flores recién plantadas en los jardines, en las huertas del Generalife, en las torres y en la muralla de la Alhambra,  en los cerros del Albaicin y Sacromonte que se veían a lo lejos  y en los setos que teníamos cerca.  
Yo nunca había visto la Alhambra con tanta nieve y me pareció maravillosa.
¡
Tres Flores - Gracias, Matuchi
Que suerte haber podido estar allí!


Selfie las cuatro


Helado de naranja

 

Tres posando

Fresas con nata



Impresionantes vistas

En el Generalife
La nieve sobre los mirtos
La nieve en los tejadillos del Patio de los Leones

 Patio de los Leones - todo de blanco