sábado, 9 de diciembre de 2023

En el recuerdo aún

Alzaba murallas la vida...
He encontrado entre mis  viejos papeles del último curso de Bachillerato, durante el que solía copiar en mi diario los poemas que mas me gustaban de mis autores favoritos, este poema sin autor lleno de tristeza y de una tremenda desolación.

¿Quién escribió este poema para que yo lo copiara, lo guardara en mis sótanos enormes y lo encontrara en esta fría tarde noche de diciembre?

Como cuando era profesora y comprobaba si los trabajos de mis alumnos eran originales o no copiando frases enteras en el Google hasta que aparecía la página de trabajos de donde habían sacado el suyo - ¿Recordáis EL RINCÓN DEL VAGO? ¿Aun existe? -, ahora he copiado este poema y he intentado buscar su autor en Internet. 

... murallas inmensas de palabras y ademanes

 No he tenido éxito. Por eso, y porque me gusta mucho os lo traigo.  Confío en que alguien recuerde al autor de estos amargos versos.

 En el recuerdo aún

 Alzaba murallas la vida,

murallas inmensas de palabras y ademanes

que tu, como quien pone las manos en el agua,

rompías y deshacías solo con tu presencia,

el mundo era mucho más que una vida,

que dos vidas amándose.

... rompías y deshacías solo con tu presencia ...

     Y otros lo sabían

     y yo lo vivía

     y tú lo creabas.

Hoy es espesa la vida

como una gran muralla

de ademanes y palabras hecha.

           Y nadie me ayuda a deshacerla.

           Y nadie me ayuda.

            Y nadie.

Porque tu vives a lo lejos otra vida

yo canto esta noche

estas palabras

Yo escribo esta noche

estos tristes y mal hechos versos

            Y nadie me ayuda a deshacerla.

            Y nadie me ayuda.

            Y nadie.

 

  Y nadie me ayuda a deshacerla

-- 

Gracias a Mario ahora se que es una canción de Raimon, En el Record Encara,  traducida por no se quien. Es una canción tan melancólica y tan triste como  este poema. Aquí podéis oírla.  Y aquí está el texto original en valenciano, supongo. 

 Muchas gracias, Mario, de corazón. Sabía que alguien me solucionaría este misterio.



miércoles, 6 de diciembre de 2023

Mi tía Teresa

Ramillete de florecitas de miga de pan
Ramillete de cerca

Quiero dedicar este post a mi tía Teresa, una de las hermanas de mi madre,  porque si, porque se lo merece y porque creo que me hará famosa y quiero agradecérselo de antemano.  Luego os explico por qué pienso esto.

Ella fue la artista que con miga de pan hacia pequeñas joyas para toda la familia: sortijas, pulseras, collares, colgantes, adornos.Tenía manos habilidosas y, aparentemente, la paciencia de un miniaturista.  No se si era paciencia o era tiempo lo que tenía, porque no la conocía demasiado bien, aunque pasé un verano de mi pre-adolescencia con ella y nunca olvidaré lo cariñosa que fue conmigo a su manera y lo ciezo que era el tío cura con el que también compartí esas calurosas semanas en un pueblo de Jaén.

Sortija hecha con miga de pan
Mi tía Teresa hacia joyas de miga de pan y  bordaba unos maravillosos manteles para la merienda. También forraba perchas de madera con retales de muchos colores y con pasamanería. Hoy no se donde hubiera podido encontrar las cintas de tira bordada, picunela o grogrén que ella atesoraba en sus cestos y cajas de costura y mas tarde utilizaba para hacer esos largos tapetes que se colocaban sobre todas las mesas o aparadores.  

 

Algunas de sus perchas
Durante un tiempo utilizó los restos de las telas que se usaban para hacer las casullas de los curas y con ellas fabricó muchos de estos tapetes que tenían aguas, no que estuvieran mojados, sino que la luz al reflejarse sobre ellos 'hacia aguas', se movía como si se reflejara en la superficie de un lago.

Eran tapetes de moaré lujosos y brillantes que nosotras, jóvenes adolescentes modernas y progres, denostábamos. ¡Que horror, eso es simonía! No era un horror, es que no se podía hacer otra cosas con esas telas brillantes y doradas que el Concilio Vaticano II había quitado de en medio para que la Iglesia, su liturgia, sus templos, recuperaran una muy antigua austeridad  y ahora nadie sabia qué hacer con esas telas. Ella sí supo como no tirarlas, como reutilizarlas - que se dice ahora.

Más perchas
Porque era una mujer muy apañada, muy capaz de sacar partido a cualquier pieza de tela que cayera en sus manos. Ella ya tenia la cultura de la reutilización, bueno, ella como mi madre, como mis otras tías. Eran de la época del 'Aquí no se tira nada'. E igual que mi madre siempre nos hacía crema de legumbres para cenar el día que a mediodía habíamos comido lentejas, ella reutilizaba los restos de vestidos, faldas, sabanas o lo que fuera para sus manualidades, que mas tarde repartiría entre la familia.  

Mi acerico

Mi mantel verde
Yo, como fui de sus sobrinas mayores,  tuve la gran suerte de que me regalara uno de sus manteles de merienda. Aun lo tengo, aun lo utilizo y aun me maravillo de todo el trabajo que hizo. Es de esterilla verde y está casi totalmente cubierto de flores bordadas en punto de pasada y ribeteado en punto de festón también con hilo blanco.  Utilizo sus pequeñas servilletas para los cestos del pan, porque no dan ni para secarse la comisura de la boca después de tomarse un té. 

Tapa-costuras
 Ahora que hablo sobre mi tía Teresa y sus costuras, me doy cuenta de que debo utilizar un vocabulario que ya casi no recuerdo, ni para los materiales, ni para las costuras. ¿Donde estarán almacenadas estas palabras? ¿Bodoques, festones, zurcidos, remiendos, vainica, vainica doble, bordado, punto de cruz, punto de abeja, aplique, dobladillo, hilván, sobrehilado, pespunte, ribete, ojales, presillas, sisa, bies, nesgas, acerico o alfiletero, canesú? ¿Y las telas o las cintas: entredoses, picunela, grogrén, tira bordada, pasacintas, vivo, tapacosturas? Casi han desaparecido de nuestro vocabulario. 

Un pequeño aplique - Mis labores
 Al menos a mí me suenan estas palabras y me quedan los recuerdos de mi tía Teresa, sus regalos, que espero seguir utilizando durante mucho tiempo.

He dedicado este texto a mi tía Teresa porque se lo merece y porque en mi blog, el post mas leído, y con mucha diferencia,  es uno que se llama 'Carricoches de miga de pan...' en el que yo me refería a una vieja canción de Joaquín Sabina, que todos conocéis, Con la frente marchita

La gente entra en mi blog para leer ese post porque piensa que les voy a explicar qué eran los carricoches de miga de pan. Y yo no lo explico, pero hoy sí explico qué eran esas figuritas de miga de pan de las que hablaba Sabina y que me tía Teresa elaboraba con paciencia, primor y cariño para regalar a todas las personas que ella quería y que supieran apreciarlas. 

Esta claro que Sabina se refería a las que hacían los jóvenes artesanos argentinos que durante un tiempo, en los años 70, vinieron a vivir entre nosotros y se tenían que ganar la vida de cualquier forma. Hacían y vendían figuritas de miga de pan o soldaditos de lata y las vendían en los mercadillos, las plazas y las playas.

Por eso, por saber qué son esas figuritas de miga de pan, pienso que entrará mas gente a leer mi blog y me harán famosa. Ya veis qué ilusión me hace cualquier cosa.

¡Que paséis un buen puente de la Constitución!