Fue uno de los mejores momentos de este extraño verano y una de esas cosas raras que trajo el verano del COVID_19.
Compramos las entradas para la visita del viernes por la mañana a la Alhambra con solo tres días de anticipación - cuando normalmente necesitas tres meses - y para la visita nocturna a los Palacios nazaríes encontramos entradas casi el mismo día. Así que aprovechamos la 'suerte' de la Alhambra y allá que nos fuimos a las 10 de la noche a la puerta del palacio de Carlos V.
Esta es la imagen de la BARAKA |
Nuestro guía, Pablete, decía que eso es la BARACA - la suerte y nos enseñó su símbolo en la pared del pasillo que comunica el Mexuar con el Patio de los Arrayanes
El guía |
Y estos somos nosotros escuchando muy atentamente las palabras del sobrino-guía que nos hizo una explicación muy especial de esos detalles siempre interesantes y misteriosos de la Alhambra que solo los guías conocen, que no vienen en los libros y ¡yo no encuentro en Internet!
Cúpula de la Sala de las Dos Hermanas - Mocárabes con FLOR DE LIS |
Ahora mirad hacia arriba, la cúpula de la Sala de las Dos Hermanas. Fijaos en los mocárabes -- ¿Veis cuantos colores asoman? ¿Veis la Flor de Lis?
Todos embobados con el cuello torcido, decíamos -- Si, si que se ven...
Colores en los mocárabes - Alcoba Patio de la Alberca |
Porque es muy curioso y muy bonito observar la Alhambra a la sombra de la iluminación artificial. Los focos realzan la decoración y yo vi unos detalles que nunca había observado. Con la luz natural, toda la luz del sol y supongo que con las prisas con las que siempre miramos hacia arriba en las visitas de día, no nos da tiempo a ver esas decoraciones en colores que la otra noche se observaban tan bien.
Y no solo eran los colores, también los juegos de luces y sombras, el blanco de la fuente de los Leones, los reflejos de los arcos del Patio de la Alberca, las ventanas iluminadas por dentro de las habitaciones de los pisos de arriba que nunca se visitan, las barandas y las celosías convertidas en encaje que dejaban pasar las luces. Fue una visita corta, pero intensa. Charlamos, nos reímos, aprendimos.
Nuestro grupo |
Fue un buen momento. ¡Me apunto para la próxima vista, Pablete!