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martes, 5 de noviembre de 2024

"Crecida" - Blas de Otero

Traigo este poema de Blas de Otero para poner palabras a la desolación que me producen las imágenes que estamos viendo estos días de la tragedia causada por la DANA en el este y sur de España porque yo no se cómo expresar tanta tristeza. He cambiado donde él pone EUROPA, por ESPAÑA y cuando él dice SANGRE, pensad en el BARRO que lo ha cubierto todo.

Con la sangre hasta la cintura
«Crecida»

Con la sangre hasta la cintura, algunas veces
con la sangre hasta el borde de la boca,
voy
avanzando
lentamente, con la sangre hasta el borde de los labios
algunas veces,
voy
avanzando sobre este viejo suelo, sobre
la tierra hundida en sangre,
voy
avanzando lentamente, hundiendo los brazos
en sangre,
algunas
veces tragando sangre,
voy sobre Europa   ESPAÑA
como en la proa de un barco desmantelado
que hace sangre,
voy
mirando, algunas veces,
al cielo
bajo,
que refleja
la luz de la sangre roja derramada,
avanzo
muy
penosamente, hundidos los brazos en espesa
sangre,
es
como una esperma roja represada,
mis pies
pisan sangre de hombres vivos
muertos,
cortados de repente, heridos súbitos,
niños

con el pequeño corazón volcado, voy
sumido en sangre
salida,
algunas veces
sube hasta los ojos y no me deja ver,
no
veo más que sangre,
siempre
sangre,
sobre Europa ESPAÑA no hay más que
sangre.

Traigo una rosa en sangre entre las manos
ensangrentadas. Porque es que no hay más
que sangre,

y una horrorosa sed
dando gritos en medio de la sangre,
y una horrorosa sed
dando gritos en medio de la sangre.

y una horrorosa sed
dando gritos en medio de la sangre,

Blas de Otero

De: «Ángel fieramente humano»

1947-49


sábado, 9 de diciembre de 2023

En el recuerdo aún

Alzaba murallas la vida...
He encontrado entre mis  viejos papeles del último curso de Bachillerato, durante el que solía copiar en mi diario los poemas que mas me gustaban de mis autores favoritos, este poema sin autor lleno de tristeza y de una tremenda desolación.

¿Quién escribió este poema para que yo lo copiara, lo guardara en mis sótanos enormes y lo encontrara en esta fría tarde noche de diciembre?

Como cuando era profesora y comprobaba si los trabajos de mis alumnos eran originales o no copiando frases enteras en el Google hasta que aparecía la página de trabajos de donde habían sacado el suyo - ¿Recordáis EL RINCÓN DEL VAGO? ¿Aun existe? -, ahora he copiado este poema y he intentado buscar su autor en Internet. 

... murallas inmensas de palabras y ademanes

 No he tenido éxito. Por eso, y porque me gusta mucho os lo traigo.  Confío en que alguien recuerde al autor de estos amargos versos.

 En el recuerdo aún

 Alzaba murallas la vida,

murallas inmensas de palabras y ademanes

que tu, como quien pone las manos en el agua,

rompías y deshacías solo con tu presencia,

el mundo era mucho más que una vida,

que dos vidas amándose.

... rompías y deshacías solo con tu presencia ...

     Y otros lo sabían

     y yo lo vivía

     y tú lo creabas.

Hoy es espesa la vida

como una gran muralla

de ademanes y palabras hecha.

           Y nadie me ayuda a deshacerla.

           Y nadie me ayuda.

            Y nadie.

Porque tu vives a lo lejos otra vida

yo canto esta noche

estas palabras

Yo escribo esta noche

estos tristes y mal hechos versos

            Y nadie me ayuda a deshacerla.

            Y nadie me ayuda.

            Y nadie.

 

  Y nadie me ayuda a deshacerla

-- 

Gracias a Mario ahora se que es una canción de Raimon, En el Record Encara,  traducida por no se quien. Es una canción tan melancólica y tan triste como  este poema. Aquí podéis oírla.  Y aquí está el texto original en valenciano, supongo. 

 Muchas gracias, Mario, de corazón. Sabía que alguien me solucionaría este misterio.



martes, 5 de mayo de 2020

NO saldremos mejores


Perdón por insistir
Perdón por la tristeza, como decía Sabina
No saldremos mejores. Saldremos más viejos y más gordos. Y también saldremos mas tristes y mas desesperanzados y saldremos muy cansados de aguantar al peñazo del vecino, que ya sabíamos que era incívico y mal educado antes del encierro, pero ahora lo ha demostrado cada día y cada hora del día. Ha salido la calle cuando le ha parecido bien. Ha recibido visitas de la familia en los momentos mas estrictos del confinamiento. No respeta los horarios establecidos ahora que podemos ir saliendo poco a poco y por edades. El y ella, claro  - los dos de la pareja son iguales, igual que los padres de uno y de otra - decidieron al principio que no había problema ni riesgo en que los abuelos vinieran cada día, dos veces al día a visitar a los nietos y a voces desde la verja del jardín saludaran a los niños que respondían a gritos felices, y todavía no culpables, de alegrarse de ver a sus abuelas y abuelos. Yo que ellos me habría sentido como los monos en el zoo. A los abuelos les faltaba tirarle los caramelos entre las rejas de la verja como si de una jaula se tratase.
Tengo un enorme coronavirus en el patio!
¡Maldito coronavirus! - ¡Está en todos sitios!
No saldremos mejores. Saldremos más pobres. A unos amigos informáticos, Jose y Rafa, le han hecho un ERTE.  Mis sobrinos, que trabajan en temas de turismo, han perdido sus trabajos, lo mismo que el marido de la señora que viene a hacer la limpieza, a ayudarme con la limpieza, que decía mi amigo el progre.  
 Mi amiga Rocío, donde voy por cuestiones estéticas, acababa de abrir su nuevo 'salón de belleza' unos meses antes del confinamiento. Era un bajo que su padre le había dejado y ella, con mucho primor y todos su ahorros y quizás un préstamo del banco, había convertido en un coqueto salón de estética donde hacer las uñas, la cera, masajes, la pedicura. Todo. La última vez que fui tenía tres chicas contratadas y ella de supervisora y de maestra en el arte de poner las uñas tan largas y arregladas como las de Rosalía. Ahora, qué pasará con ella y con sus trabajadoras. 
Qué pasara con Celia, la peluquera del barrio. También ha cerrado porque no puede costearse las nuevas medidas de protección. 
Qué pasará con nuestro bar favorito. Si en el pequeño lugar donde el Ayuntamiento le dio permiso para poner su terraza Antonio tiene que poner cuatro mesas en lugar de las ocho habituales, no podrá contratar a Paco, el camarero simpático que nos daba conversación incluida con las tapas y con la cerveza.
No saldremos mejores. Saldremos tan poco solidarios y generosos como siempre hemos sido. Porque estamos agotados, deprimidos y cabreados y porque nuestros políticos no nos han dado ejemplo de ser conciliadores y buenos gestores. No entendemos por qué pelean desaforadamente en un momento como este donde todos deberíamos trabajar juntos. Cada opinión cuenta, dicen. Pero hay veces que hay que tragarse la opinión propia en beneficio de todos. Eso pensaba yo antes de la crisis.
Antes de la crisis también pensaba que en esta primavera veríamos a los nietos jugar en el patio de casa, que viajaríamos con ellos a una casa rural en Cazorla, que los llevaríamos a ver la nieve en Sierra Nevada o al Cabo de Gata a ver la puesta de sol o al mercadillo ecológico del Salón o al huerto de Manoli y Emilio a recoger los tomatitos cherry. Ahora no los veremos en casa, y tampoco sé cuando los veremos en su nueva casa en Francia.
 Así que además saldremos más tristes.

sábado, 24 de marzo de 2007

Nico

Aturdida, desolada, apenada
Yo también tengo el corazón partido. No tengo ganas de escribir mucho hoy. Todos sabéis lo que le ha pasado a Nico.
Esta foto la hice cuando estaba en el hospital con él. Creo que os puede dar una idea de cómo me sentía.
Solo quiero mandarle mucho ánimo