domingo, 29 de septiembre de 2019

EL ESCOLAR NEGRO


  
Escolares
  No voy a hablar de mis alumnos y alumnas guineanos, los únicos escolares negros que yo conocía antes de esta historia que hoy os cuento; tampoco hablaré de mis alumnos españoles, chinos, coreanos, rusos, americanos, ingleses, o sudamericanos. No, mis post hoy no tiene nada que ver con la escuela, y por nada del mundo quiero que veáis aquí alguna connotación racista.
 El ESCOLAR NEGRO no es un estudiante de color ES UN PEZ, o un pescado. Su nombre técnico es Lepidocybium flavobrunneum    
Ese maldito pez, ya convertido en pescado, que estaba en el mostrador de mi puesto favorito en el Mercado de San Agustín y del que yo compré dos hermosos filetes porque mi amiga la pescadera, que seguramente desconocía sus horribles propiedades, me lo recomendó. 

Puesto del mercado de San Agustín

Otro puesto del mercado de San Agustín
Prueba esto, es atún blanco y también se le conoce como pez mantequilla. Me dijo.
   Estaba bien de precio, 14,80€ el Kg. Compré dos filetes. Limpios, aparentemente sin espinas y según ella, de muy buen sabor, un buen alimento: sano, fresco, fácil de cocinar y fácil para buscarle una guarnición. Parecían perfectos para la comida del jueves pasado. 
Pero no era ni un atún blanco, ni un pez mantequilla; era un ESCOLAR NEGRO.
    ¡Gracias San Google porque iluminas nuestro camino y nos sacas de nuestra ignorancia!

   Al día siguiente, este mismo santo nos explicó que la diarrea de color caldo de mejillones de lata que teníamos los dos esa mañana no se debía a que el de las tapas del bar de la esquina se hubiera pasado con el pimentón, ni yo con el colorante alimentario del guiso de patatas del día de antes. NO. Es un efecto normal del maldito ESCOLAR  NEGRO
    Este pescado tiene unas grasas que son indigeribles para los humanos, de hecho son bastante indigestas y podrían ser tóxicas en niños, ancianos, embarazadas o personas con problemas gastrointestinales. Al resto le producen las molestias que os he dicho de color naranja mejillón de lata.
     Por eso os cuento nuestra historia y por eso iré a hablar con mi amiga la pescadera que siempre tiene cosas buenas, buenísimas, y que siempre nos trata bien. No quiero que a más gente le pase como a nosotros.

¡¡Con tantas cosas ricas como siempre tiene!!
     Además os aviso de que este ESCOLAR NEGRO lo usan en algunos restaurantes japoneses como sustituto del pez mantequilla porque es mucho más barato. Pero ellos, los de los restaurantes, dicen que suelen avisar a los clientes si usan este ESCOLAR, porque si es indigesto cocinado, ¡ni os cuento como puede ser cuando te lo ponen crudo! 
     De hecho  ni sé lo que es el pez mantequilla. Mi santo favorito de Internet dice que ese pez no existe.
     Buena suerte en vuestra próxima visita al mercado o a un restaurante japonés. 

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Carrera de Obstáculos

     Mi padre decía que la cuesta arriba de la calle Recogidas era demasiado fuerte para él y en sus últimos años en activo, cuando iba al centro, cogía el 5 en la parada del cine Capitol aunque fuera solo para llegar a Puerta Real. A mi entonces me parecía que exageraba; ahora ya no lo creo así.

Ahí estaban el cine Capitol y la  parada del 5
   Más de treinta años después, mi madre también se queja de la cuesta de la calle Recogidas. ¡Dice que tiene demasiada pendiente hacia abajo!
    Yo creo que no se fía de mis fuerzas, piensa que su silla y ella pesan demasiado y un día saldremos embaladas las tres: ella, la silla de ruedas y yo, por la calle Recogidas abajo y solo nos frenará el tráfico del Camino de Ronda, o peor aún, la circunvalación.
   Intento convencerla de que estoy fuerte, le digo que hago ejercicios  para fortalecer mis brazos y piernas en el gimnasio y le demuestro mis habilidades conduciendo su silla por algunos recorridos más parecidos a una carrera de obstáculos que a un paseo por esta maldita ciudad.

Barreras infranqueables y acera ridícula

Una rampa y dos escalones - Con rima y todo

  Digo maldita porque esas maldiciones salen de mi boca cuando bajo y subo la silla a la acera por unas rampas diseñadas por alguien que nunca pasará por ellas ni en/con silla de ruedas ni carrito de bebé.
   ¡No son rampas, son escalones!
   No son rampas, son escalones. Tengo que apretar con un pie la barra al efecto de la silla, hacer palanca, subir o bajar la silla y luego dejarla caer con todo mi esfuerzo para que no de un batacazo.
Barreras urbanas - C/ A de Aragón

    Eso sin contar los pisos rugosos en algunos tramos de las aceras, el escalón que hay que subir/bajar para entrar en la Iglesia de las Angustias, la acera escalonada de la calle Agustina de Aragón donde está su parroquia, las pendientes cortas, pero intensas de algunos cruces, los vados de las cocheras - dónde la silla parece un barco a la deriva-, y otros obstáculos parecidos con los que nos tropezamos - nunca mejor dicho - en nuestros paseos por Granada.
Camino del río Genil

    Ella, mi madre, ya conoce los mejores sitos para pasear sin ir dando botes en su silla - es cierto que deberíamos haberle buscado una con suspensión, como una buena bici de montaña -, y por eso sus recorridos favoritos son el camino junto al Genil, donde nos cruzamos con mucha gente con silla o andador, las anchas aceras del Camino de Ronda después de las obras del metro y la Carrera de la Virgen. Por allí nos paseamos una y otra vez.
Por la Carrera
    En alguna ocasión, si se encuentra con la fuerza necesaria, anda un rato empujando su silla, como si de un andador se tratara, pero generalmente va sentada, y cuando la ayudo a sentarse, echo de menos que no tenga un cinturón de seguridad, un arnés como los de los cochecitos de paseo de los pequeños. A veces me da mucho miedo que se caiga de la silla, y me entra pánico de pensar que quizás un día las dos perdamos el equilibrio en una pendiente  y acabemos en el suelo hechas un ovillo. 
Paseo junto al río
    Para que eso no pase le pido que rece a todos sus santos mientras maldigo a las autoridades municipales, que viven en un nivel superior al resto de los mortales y que NUNCA han tenido que pasear con sillas de ruedas por las calles de mi ciudad.
Repetimos camino
      Por otra parte tengo que reconocer que en algunos puntos estratégicos de esta ciudad las rampas son suaves, y apenas se notan, como debe ser. 
      Pero para eso tenemos que irnos a la puerta de la Iglesia de la Virgen de las Angustias, y allí, una vez superado el escalón para entrar o salir de la iglesia, ya si tenemos una suave rampa para llegar a la Carrera de la Virgen.

¡Ojala pronto todas sean así!

viernes, 20 de septiembre de 2019

SINESTESIA


  Con la SINESTESIA me pasó algo como con las MIODESOPSIAS; yo no sabía que las pelusillas que tengo en los ojos tienen un nombre técnico tan serio como este, igual que yo no sabía que LOS NÚMEROS NO SON DE COLORES.
SINESTESIA
Todo es de color, como la canción de Lole y Manuel
     Mis números siempre fueron de colores, sobre todo cuando era pequeña. Lo curioso es que yo pensaba que todo el mundo los veía así. Coincidió que mi compañera de pupitre en el colegio, Maruja, también los veía de colores, solo que no nos poníamos de acuerdo en nuestros colores  para los  números. Yo siempre le decía que el 5 era VERDE pero ella lo veía AZUL, y así con los demás números y letras.

    Yo seguí viendo los números y algunas letras de colores, sin darle mas importancia - como el que escribe en prosa sin saberlo - hasta que un día, ya con bastantes años, en un número de la revista TIME, leí un artículo sobre la Sinestesia. Yo era sinestésica y nunca lo había sabido.
     Después leí más artículos sobre el tema. Descubrí que muchos artistas, sobre todo músicos y pintores, también fueron sinestésicos, Baudelaire,  Nabokov, Rimsky-Korsakov, Kandinsky, Matisse. Y también supe que hay muchos tipos de sinestesias: hay gente que ve los sonidos en colores o mezcla olores y colores o ve los días de la semana de diferentes colores. 

Esta es mi sinestesia particular:

  • Para mí el numero 1 siempre fue AMARILLO
  • El 2 es de color AZUL CELESTE, el 3 es de color ROSA, el 4 es MARRÓN OSCURO, el 5 está claro que es de color VERDE, un VERDE BRILLANTE. El 6 es de color ROJO, el 7 es MARRÓN CLARO, el 8 es VIOLETA o MORADO, el 9 es NARANJA, Y el 0 es de color GRIS.

  • LAS VOCALES TAMBIEN SON DE COLORES, pero solamente si van en minúscula. las MAYÚSCULAS no tienen colores.
  • La a es como el  6, ROJA.
  • La e es como el numero 2, AZUL CELESTE.  A veces la e, el 2 y el 3 se me confunden cuando los escribo.
  • La i, tan pequeñ1ta es AMARILLA, del m1smo color que el 1, Para mí está claro que son pract1camente lo m1smo.
  • La o es como el cero, de color GRIS.
  • La u cambia de color, a veces es VERDE OSCURA y a veces NEGRA.

 
Aquí se ve más claro
Ahora que he escrito los números del color que realmente yo los veo, me parece que son mágicos. Espero poder compartir esta magia con vosotros.

Aquí os dejo la canción de Lole y Manuel. Ahora ya se por qué me gustaba tanto, porque TODO ES DE COLOR.

sábado, 24 de agosto de 2019

La ruta de Nívar - Un milagro y un chiste

Aunque la ruta de Nívar era muy dura me encantaba hacerla con la bici de montaña por todos los arboles, plantas, flores y hermosas vistas que había a lo largo del camino. Pero hubo un día especial hace muchos años, a principios de un septiembre, cuando los Niveros celebran sus fiestas patronales, en que me gustó aun más. . 
Fiestas en Nívar
        Aquel día paramos a beber agua en la fuente de la iglesia. En la plaza, un grupo de vecinos sacaban de una gran furgoneta las mesas y las sillas para montar una gran comida popular. En una esquina apartada varios hombres freían los ajos y los torreznos en unas sartenes enormes, protegidos del viento por la tapia del colegio. Otros vecinos y vecinas adornaban la plaza con farolillos y  banderitas de colores, bombillas y macetas. Había ambiente de fiesta por todas las calles.
Nuestras bicis junto a la fuente de la iglesia
Se concluyó en 1781
         Mientras los demás de mi grupo ciclista llenaban sus botes en la fuente que hay junto a la iglesia, yo me acerqué a ver cómo los hombres preparaban las migas y vi a unas señoras que entraban en la iglesia con cubos, fregonas, trapos y escobas. Siempre había visto la puerta cerrada, así que me colé detrás de ellas para curiosear un poco.
         Una de las señoras me preguntó - ¿Qué le parece, le gusta nuestra iglesia?
         - Si. Es la primera vez que la veo por dentro y me gusta mucho. Es sencilla, pero muy bonita.
         - Estamos limpiándola para las fiestas.  Hoy empiezan, y esta tarde se celebrará la misa y la procesión del Cristo de la Salud.  Lo sacamos en procesión para darle las gracias porque es un Cristo que siempre nos ha ayudado mucho. Es muy milagroso. 
         - Es verdad, dijo la otra señora. -Récele y pídale lo que usted quiera. Hace muchos milagros. El año pasado curó al marido de ésta de unas fiebres muy raras que tuvo. El médico dijo que pilló las fiebres por haber bebido agua del pozo, pero qué va a ser por eso: toda la vida hemos bebido del pozo y no va a empezar a darnos problemas ahora que dicen que lo han arreglado.
         Yo recordé una pintada que había vista en la tapia de un corral abandonado: EL POZO DESTAPAO COMO SIEMPRE HA ESTAO, y me pregunté si esos eran los arreglos a los que la señora se refería. Estaba claro que a algunos vecinos no les había parecido bien que taparan el pozo.
         Ella continuó. - El Cristo lo curó. El médico dijo que estaba enfermo por culpa del agua, pero no era el agua. Aquí el agua es muy buena. Estaba malo de otra cosa, pero el Cristo lo curó.  Mire si será milagroso este Cristo que llegó aquí de milagro.
La fuente de Nívar - sin tapar- y nuestras bicis
          Y me contó esta historia:         -- Hace mucho tiempo en este pueblo no había iglesia y la gente pasó muchos años pidiendo que hicieran una. Cuando por fin la construyeron, le pusieron una imagen de la virgen, pero no tenían un Cristo. 
Varios vecinos decidieron ir a Granada a buscar a alguien que hiciera imágenes y encontraron un taller en la calle Elvira.  Explicaron al hombre que trabajaba en este taller que querían un Cristo para su iglesia nueva. El imaginero les dijo que volvieran unos meses más tarde - para el verano,dijo. Acordaron el precio del Cristo y que lo pagarían cuando recogieran la imagen.
La puerta de la Iglesia
    En la fecha convenida bajaron de nuevo a Granada a por su Cristo con un carro tirado por bestias, como se hacía entonces, y encontraron el portón del taller cerrado y que nadie respondía a sus llamadas. Los vecinos de la calle les dijeron que no siguieran llamando, que allí hacía muchos años que no vivía nadie, pero ellos no se conformaron y buscaron al hombre y su taller por toda la larga calle Elvira por si se habían confundido de lugar.
    Por fin consiguieron que unos guardas forzaran el portón del taller donde ellos recordaban haber dejado su encargo y pudieron entrar.  Encontraron esta imagen del Cristo que usted ve aquí con una nota que decía "Cristo para la Iglesia de Nívar".  Lo montaron en el carro y lo subieron al pueblo. Lo pusieron en el altar mayor y ahí está desde entonces
         - Nadie sabe quien lo hizo y no se pudo pagar, claro. Pero es muy milagroso, ya le digo. ¿No es esta historia un milagro? - decía la mujer casi llorando.
         Mientras, mis colegas de la bici se habían quedado en la plaza charlando con unos y otros.  Paco, que era el más curioso y siempre preguntaba por todo, quería saber si  la maestra seguía siendo doña Asunción. 
          Alguien le dijo, -Si, esa es. Por cierto, a final de curso tuvo un serio problema con sus alumnos: un día que estaban haciendo mucho ruido, ella les dijo. Estoy harta de vosotros.¡ No quiero ni veros ni oíros en mi clase! Ellos se fueron al director del colegio y dijeron: ¡Doña Asunción no nos quiere en clase, mire lo que nos ha dicho, ¡ha dicho que no nos quiere a los niveros en su clase!
                   Con estas historias y estas risas seguimos nuestro camino y completamos nuestra ruta. Luego volvimos a probar las migas, ¡por supuesto!

Los torreznos en su punto para echar el pan