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jueves, 18 de julio de 2019

¡Milagro!


Os traigo una historia antigua, pero divertida. La he recuperado de mis memorias de profesora, - de eso hace ya unos cuantos años- y esto sucedió en 2005. Entonces yo impartía clases en el Nocturno en la ESA (Enseñanza Secundaria de Adultos) y en Bachillerato.
Los alumnos y alumnas de Nocturno eran todos siempre mayores de 18 años. Los de Bachillerato solían ser alumnos repetidores y siempre con asignaturas pendientes del curso anterior. 

Mis alumnos de 2º Bachillerato Y
Se podría decir que nosotros eramos como una clínica de recuperación para aquella gente que después de varios intentos en el curso normal, en Diurno, no habían podido terminar sus estudios por las razones que fueran. 
El caso es que hacían el esfuerzo de venir a clase de 4 de la tarde a 10 de la noche durante todo el curso, estudiaban un poco y hacían los exámenes. 
Si ellos no faltaban demasiado a clase, ponían algo de interés y un poco de esfuerzo, nosotros, sus profesores y profesoras, les aprobábamos el curso a veces de manera sorprendente, incluso para ellos mismos. 

Clases en el patio
Por eso algunos de mis colegas decían que había varios lugares milagrosos en el mundo: Fátima, Lourdes y el Instituto Padre Manjón.

" Aquel año, en la convocatoria de mayo de 2º de Bachillerato yo aprobé a tanta gente que uno de ellos - Javier Calvo, que solo tenía dos asignaturas suspensas que le impedían sacarse el titulo de Bachillerato: el inglés de primero  y, obviamente, el de segundo y que solo había "estudiado" esas dos asignaturas en todo el curso, cuando vio las listas con las notas en el tablón de anuncios, vino a preguntarme: 
- Profesora, ¿ese cinquillo que hay junto a mi nombre es de verdad?
En realidad quería decir - ¿Realmente usted es consciente de que no se decir ni 'yes'?
Yo le dije - Sí, ese cinquillo es tuyo. 
Pero en realidad yo quería decir - ¡Vete de mi vista y no vuelvas más. No quiero que me recuerdes que mi trabajo no sirve para casi nada!"


Malditos exámenes

 La verdad es que ya entonces yo no quería ni pensar en las notas, ni en lo que aprendían de inglés. Me conformaba con que aprendieran algo de respeto por los demás, adquiriesen un poco de cultura y tuvieran unos buenos modales, o 'manners' -¡ya puestos!

miércoles, 6 de enero de 2010

VOCES AMIGAS ( Directamente del pasado)

La culpa la tienen los de la Primera, que la noche de fin de año en lugar de traerse a los artista de moda y, supongo, que por aquello de la crisis y para ahorrar, ahora que no tienen anuncios, nos largaron casi tres horas de 'puro revival'. Tiraron de archivo y sacaron del baúl de los recuerdos a grupos, cantantes, presentadores y humoristas de actuaciones de la 'Gala de Fin de Año' de los últimos cuarenta años, o más.
Algunas actuaciones eran para reír y otras para emocionarse. Algunas eran de pena, para llorar; y otras te hacían ponerte en pie y lanzarte a la pista de baile como una adolescente con coletas.
Actuación de la Coral del IES Padre Manjón - hablando de coros

 
No os traigo esta actuación de la coral de mi instituto sino la del grupo VOCES AMIGAS. Está en  YOUTUBE  Voces Amigas, y es para rezar, para gritar, para emocionarse. 
Son las canciones que cantábamos en aquellas misas progres con guitarras y ponchos. Estoy segura de que os arrancará una disimulada sonrisa o una gran carcajada. ¿¡Cómo podíamos!?

Mis mejores deseos para el año 2010




jueves, 1 de octubre de 2009

¡Se acabo el verano!!

El busto del Padre Manjón al otro lado de la cascada
La riada en la calle Gonzalo Gallas



Cuando yo aún estaba en el colegio terminando el Bachillerato y contaba los días que me faltaban para salir de allí e irme al Instituto a hacer el PREU, pregunté a mi hermana mayor, que ya tenía la inmensa suerte de haber salido de la calle San Antón, cómo y dónde estaba su nuevo Instituto.
Ella, que era parca en palabras y larga en dibujos e imágenes (como si fuera de esta nueva generación), dibujó una especie de cosa en un papel y dijo.
- Esto es una mierda ¿ves?
- Si, dije yo
Entonces dibujó un cuadrado en medio de la mierda y dijo:
- Esto es el Instituto.
Y vaya si llevaba razón.
Al año siguiente, cuando yo me convertí en ilusionada alumna del Instituto, la mierda aún seguía allí y por la mañana temprano, camino de clase, además de subir y bajar por los montículos de tierra que aún era la calle Pedro Antonio de Alarcón y por lo que aún quedaba de las huertas del Seminario de Gracia,  sorteábamos lechugas, tomates, patatas y toda clase de verduras podridas - restos de de las transacciones realizadas en lo que a una hora aun más  temprana seguía funcionando como el Mercado de Abastos, antes de que las instalaciones se trasladaran a la carretera de Córdoba, a Mercagranada.  Justo al lado o sobre el antiguo mercado se estaba edificando la Facultad de Ciencias


No sé por qué se queja la gente ahora de obras interminables. Nosotros llegábamos al Instituto con la impresión de haber cruzado la Vega y ¡¡con barro hasta las narices!!
Y lo peor del caso, es que aquel edificio, construido en mitad de la mierda, fue edificado sobre un manantial. Al menos eso decíamos nosotros.
De hecho el Campus Universitario que se había empezando a construir a final de los años 60, se llama  Fuentenueva. Así que la fuente debía de estar por algún sitio, aunque ya no se veía.
Los alumnos siempre pensamos que la fuente estaba oculta debajo del Instituto porque cuando caía un buen chaparrón nos quedábamos aislados. Subía el nivel de agua alrededor nuestro, la mierda se convertía en una pantaneta y no podíamos ni entrar, ni salir.

Interior con cascada
El agua brotaba del sótano, subía las escaleras, donde luego pusieron el ascensor, e inundaba el vestíbulo principal que se convertía en una piscina olímpica. Todos encerrados esperando que la tierra o el tiempo se tragara tanta abundancia de agua.
Si tenías suerte de que la tormenta te hubiera pillado en la esquina de Méndez Núñez, ni te acercabas: ese día no había clase. Si la tormenta te había pillado en clase, es día llegabas tarde a casa.


Ahora me dicen que han arreglado el problema: no era una fuente, era una tubería rota que no absorbía toda el agua de las alcantarillas. Me alegro. Así nadie tendrá que volver a ver, como yo vi, el agua brotando por las paredes del sótano, el agua subiendo poco a poco las escaleras, el agua como una maldita pesadilla. 

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Nico vuelve a las aulas


Aunque solo por unos días, Nico ha vuelto a las aulas y está trabajando en mi Instituto con el profesor de Ecología y sus alumnos. Preparan unas figuras con envases de plástico, briks, latas, papel  y todas esas cosas. Ya conocéis lo artista que es para sacarle partido a estos materiales y ahora está tratando de contagiar algo de su entusiasmo y su creatividad a unos adolescentes que me parece que están más pendientes de las próximas vacaciones de Navidad que de otra cosa.
Reutilizando las botellas 
pobre esqueleto
¿No te doy susto?

Pero creo que algo les va transmitiendo porque ayer, cuando yo hice estas fotos, muchos de ellos aparecieron en el laboratorio de ciencias con bolsas llenas de cartones de leche y botellas de refrescos y latas. Y Nico, que aun conserva sus cualidades de profe y organizador, los puso a fregar todos los envases antes de transformarlos en las figuras que ellos iban a elegir.

Aquí tenéis a los chavales en plena faena. Como ahora no tengo mas fotos, os pongo también la del pobre esqueleto al que le faltan ya un montón de huesos y que se parte de risa de ver el 'fregado' que se montó en un rato.
  ¡Que tengáis un buen día!!