viernes, 19 de junio de 2020

Si la vida te da limones ...

... haz limonada. 
Os mando un poquito de luz y sol
El limonero, la luz de mi jardín

Cubitos de limonada parea el vermú

Es lo que dicen los ingleses: if life gives you lemons, make lemonade  en una expresión que aunque se traduce literalmente al español, en realidad quiere decir algo como 'sacar lo mejor de algo negativo' , es decir: se fuerte si tienes problemas, mira el lado positivo del momento o algo así. 
A mi la vida me ha dado literalmente muchos limones, tengo un limonero muy generoso en el jardín y este año la cosecha ha sido esplendida; en otros sentidos la vida me ha dado los mismos limones que a cualquier persona. No es el momento de quejarse.
Pero yo he intentado sacarle partido a mis limones auténticos y no solo 'he hecho limonada'.
Aquí os enseño todo el partido que le he sacado a mis limones.
Trueque - Swapping
Te cambio unos limones que tengo repetidos

Limones para decorar y acompañar

- Regalé bolsas de limones a mis vecinas, amigas  y familia antes de que el coronavirus nos encerrara en casa. También hice algo de trueque con mi vecina la panadera, yo le regalé limones y lemon curd y ella me regaló tortas y pan de su panadería.


- Preparé limonada, claro. Con la limonada hice cubitos de hielo que sacaré del congelador para refrescar las tardes de verano. Añadidos a una simple Casera blanca hacen un delicioso refresco, sin calorías y sin alcohol.
- Hice muchas veces lemon curd  que tomamos nosotros y que también llevé de regalo en mis pocas visitas de estos meses.

Lemon curd
  - Decoré cestos, cuencos y fruteros que puse por toda la casa.
Tajine de pollo

- Encurtí limones con salmuera a la manera marroquí para hacer el tajine de pollo, y ahora busco otras recetas para poder utilizarlos.
Antonio Torres Heredia ...
Un lebrillo de limones
Vermú con los cubitos

Limones encurtidos en salmuera
- Hice limón granizado y lo congelé en las cascaras de los limones para la merienda.

- Hice cientos de fotos al árbol, a los limones y las recetas limoneras
Corté limones redondos, como Antonio Torres Heredia


- Los que han sobrado, antes de que se pusieran tristes -afligidos-, como dice el señor que vende las verduras en su camión en Maracena, están en el fondo del arcón congelador hasta el invierno que viene, cuando el limonero vuelva a ser generoso con nosotros.

- Y, finalmente, los limones me han dado el tema para este post veraniego y amarillo.


Buen verano

viernes, 12 de junio de 2020

La ciudad vacía

Puerta Real - Desierta

Cristina, la chica que me hace la limpieza de boca, me contó que en las primeras semanas del encierro tuvo que acercarse a la clínica dental donde trabaja a recoger unos papeles y hacer unas llamadas a los clientes. 
Nadie

- No había nadie por la calle. Era como pasear por la ciudad de madrugada, pero era aún  mas impresionante y daba mas miedo que si hubiera sido una madrugada normal porque era de día, totalmente de día, y yo caminaba sola por las calles del centro de Granada como si fuera un fantasma.  

Yo no salí de casa en esos días, pero me hubiera gustado fotografiar las calles sin gente, como hicieron algunos fotógrafos que nos dejaron sus imágenes en las redes sociales.  Pero tuve suerte: el domingo pasado salí de paseo por las calles de Granada y esto es lo que vi: La ciudad vacía

Calle Recogidas - yo en el centro del paso de cebra

Embovedado - parado

Los nuevos semáforos - Orgullo Gay

domingo, 7 de junio de 2020

Este año no tenemos Corpus

¿Pondrán las luces?
Este año no habrá Corpus, lo mismo que no hubo Semana Santa, ni Rocío, ni Feria de Sevilla, ni San Fermín. No vendrán los turistas. No saldremos al extranjero. Este año no habrá verano, no habrá viajes, no habrá playa. No las habrá como las había antes.
Nos levantamos pensando qué pasará este verano, a quién veremos a dónde iremos, cómo será la nueva vida, cómo iremos de compras, cómo pasearemos por las calles de las ciudades. 
No sabemos qué pasará en septiembre cuando empiecen los colegios, no sabemos quien seguirá apareciendo en la tele para regañarnos o informarnos. No sabemos nada.... 
Este año no habrá fiestas
El ferial desde la carretera - Torre de los bomberos


Hoy volvía yo de Granada en el metro en un viaje tranquilo porque aun estamos en la FASE 2 y en el transporte público hay pocos pasajeros. Cuando el metro reanudó la marcha en la parada frente a la torre de los Bomberos, me puse a darle vueltas a la cabeza sobre estos temas hasta que llegué a mi destino. 
Fue por la conversación que mantenían mis dos vecinas del vagón que hablaban casi a gritos entre ellas y ya de paso con todos los demás viajeros.
  
Tengo pesadillas con Peppa Pig, y con Chase y con los Minions ....
 ¿Habrá tómbolas?
     Estábamos en la parada JAÉN, la que hay justo frente al Salón del Reino de los Testigos de Jehová y a los bomberos y la señora que estaba sentada detrás de mí se acordó de la feria del Corpus
Supongo que es porque en Granada hace ya mucho tiempo que montan el Real de la Feria, las casetas y las atracciones, justo detrás del Cuartel de los Bomberos y para estas fechas ya se verían los cacharros y la portada desde el metro. 

¿Habrá gente en la Plaza Bib-rambla?

El pulpo
¿No habrá 'pulpos'?

--Este año no tenemos Corpus--, dijo la señora con la mirada fija en la torre de entrenamiento de los bomberos.
-- Bueno, no pasa nada--, le gritó su amiga, sentada a la correcta distancia social.  --¡Además, este año iba a llover!-- 





jueves, 4 de junio de 2020

La rebusca


Rebuscando ajos
 Por esta época del año Salvador traía ajos y cebollas a casa de mis padres. Más adelante, eran patatas. Por diciembre, unos kilos de aceitunas para verdeo, y, durante todo el año, según la temporada, nos traía también fruta: granadas, higos, membrillos, caquis, almendras o nueces y lo mejor, higos chumbos, que Catalina nos pelaba.No eran de su cosecha propia, pero tampoco las había comprado ni, mucho menos, robado
      Catalina, su mujer, trabajaba en casa ayudando a mi madre en las tareas y nos quería a todos los hermanos y hermanas con toda la fuerza de su fuertes brazos. Nos chillaba y regañaba con la misma confianza con la que trataba a sus hijas - tenía cinco.  Nosotros la tratábamos de usted, siguiendo las estrictas instrucciones de mi padre al respecto, pero la queríamos y la considerábamos parte de nuestra familia. Ella nos descubría cosas de la vida y nos contaba historias del pueblo que habían dejado para buscarse la vida en la ciudad, la capital.  Lo mejor de su pueblo eran las fiestas para el 25 de julio que duraban cuatro días grandes, lo que dice el refrán: Santiago, Santa Ana, Santa Anilla y su hermanilla.
Recogiendo los ajos en la Vega de Granada
Empezamos con los ajos
   Por entonces, eran los años 60, los campos se llenaban de gente rebuscando cualquier fruto de la tierra cuando terminaban las cosechas porque entonces había mucha necesidad. Esos nos decían.

     Salvador rebuscaba  en el campo para su familia y también nos traía a la nuestra. Cuando aparecía en mi casa con una talega llena de ajos, patatas o cebollas, mi padre se azoraba y no quería aceptar aquel regalo de ninguna manera. Pero hay regalos que no se pueden rechazar y ese era uno de ellos.
       Mi padre, que nos daba continuas lecciones de moral, nos decía que rebuscar en el campo era correcto, que coger los ajos, cebollas, patatas, aceitunas o lo que fuera que quedara abandonado sobre la tierra no era robar, era rebuscar.  Eso era lo que hacía Salvador. Iba a la rebusca.    
       Mi padre siempre quiso enseñarnos a ser honrados. Él practicaba con el ejemplo. Él lo era. Creo que nos enseñó bien.
Cortando los ajos - Bien protegido
   Así que yo cojo las manzanas que crecen en el árbol fuera de la tapia, los higos de las higueras del borde de los caminos que no son de nadie y las almendras de los viejos almendros abandonados en estos campos andaluces. 
Envasando los ajos
       Pero, hoy, además, hemos rebuscado AJOS y aunque nos hemos traído un buen  puñado hemos dejado allí muchísimos más para los próximos rebuscadores, los próximos ciclistas o paseantes que los vean entre los terrones secos del haza.
En estos últimos días de paseo por la Vega habíamos visto cómo los tractores arrancaban las matas de la plantación de ajos y las dejaban en la tierra para que se secaran. La otra mañana vimos a los trabajadores temporeros de la Vega sentados en el suelo; cortaban las hojas a las matas y colocaban primorosamente las cabezas de ajos en unas cajas de plástico. Ya estaban los ajos preparados para el mercado de mayoristas. 
Cortando los ajos - Temporeros - Inmigrantes
     Eran ecuatorianos, peruanos, colombianos. Eran mujeres y hombres de piel oscura, con la cara y la cabeza cubiertas, bien protegidos del sol, del polvo del ajo y del coronavirus.

Mis ajos rebuscados antes de limpiarlos
 Los ajos que estos trabajadores dejaron atrás son los que hemos cogido. Y yo, mientras rebuscaba ajos entre las gavillas de la paja abandonada en el campo, como el que rebusca setas,  me he acordado de Salvador, de Catalina y de mi padre. Y he dicho: yo no estoy robando y esto podría hacerlo gente que lo necesitara más que yo; pero por allí no va casi nadie y yo no lo entiendo.