Todo preparado en el patio |
El sábado pasado tuvimos una fiesta en casa para celebrar la recuperación de Pedro y mi onomástica (el 12 de octubre es el día de la Virgen del Pilar).
¿Habrá para todos? |
Un poquito de pan |
Crónica desde mi esquina
Todo preparado en el patio |
El sábado pasado tuvimos una fiesta en casa para celebrar la recuperación de Pedro y mi onomástica (el 12 de octubre es el día de la Virgen del Pilar).
¿Habrá para todos? |
Un poquito de pan |
Subida en una nube |
¨Tenía tantas ganas de ser mayor de edad que, cuando terminé mi contrato de trabajo en Butlins y pasé tres días en el Albergue Juvenil London Earls Court de Londres, le dije a la chica de la recepción que tendría que cobrarme un poco más por mi última noche alojada allí porque había sido mi cumpleaños, cumplí los 21, y el precio barato para los menores ya no me lo debería aplicar. Se quedó de piedra, y no puso ninguna objeción y me cobró la diferencia.
El uniforme de kelly, lo que yo era |
Un intenso verano |
Como no teníamos mucho dinero y no creíamos que fuera una buen idea hacer un curso en una escuela internas o vivir con una familia, decidimos irnos a trabajar, nosotras que lo más que habíamos trabajado era dando clases particulares a hijos de vecinos o amigos de nuestros padres o la Navidad en que yo trabajé vendiendo bragas y pijamas en la tienda de mis tíos.
Butliland - Bienvenidos al Paraíso |
Nuestro 'campo de trabajo', no de vacaciones |
En un aparte os diré que mis amigos en este 'campo de trabajo', estudiantes la mayoría como yo, decían que en aquel lugar había habido un campo de concentración de prisioneros alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Lo parecía.
Nuestros 'barracones' |
La zona donde estaban nuestros 'chalets' o pequeños alojamientos eran unos barracones largos y oscuros donde podrían haber estado los alemanes, pero a mi me parecían perfectos y eso que nuestro pequeño 'chalet' solo tenia dos habitaciones con una litera cada una, una cómoda para nuestra ropa, unas mesitas de noche y un cuarto de baño con retrete y lavabo, pero sin ¡ducha, ni baño! - Teníamos que utilizar unos baños comunes para las mujeres.
Pero enseguida me sentí allí como en mi casa. Lo tenía todo: fotos en la pared, unos carteles, la música de Simon and Garfunkel y muchas risas.
Allí pasamos dos intensos meses que os contaré despacio en otra ocasión.
Hoy solo quiero hacer este post, o entrada, de recuerdo porque este verano se cumplen 50 años de aquella fantástica experiencia que parecía que iba a ser una terrible aventura y que acabó siendo para mi uno de los mejores veranos de mi vida.
Claro, que yo era entonces 50 años más joven." (To be continued)
Un mural tenebroso |
Con flores, mas alegre |
La bandeja que se convirtió en mural |
Pero yo ya tenía idea de hacer algo diferente para esa pared en la clase de cerámica. (- Hola, buenos días - le dije a mi vecino, que pasaba en ese momento delante del porche donde yo estaba dictándole este texto a mi móvil.)
Efectivamente hice un mural más pequeño, mucho más ligero y sobre todo menos oscuro que mas bien parecía una bandeja.
Cuando el barro estaba aun blando prensé unas pequeñas ramas de romero, lavanda y jazmines. Quedó bien, pero al ser el barro blanco, me di cuenta de que no destacaría nada sobre la pared, así que le puse un marco azul que hice con una bandeja de juguete que encontré en el sótano. Lo he pegado con un pegamento de esos super mágicos y espero que no se caiga nunca.
La nueva decoración de la entrada |
En la foto también se ve el macetero de barro que también hice en el taller de Ana.
Ya lo hemos colocado todo y se ha quedado tan
bonito que lo traigo aquí para enseñároslo. Espero que os guste
No he tirado el mural gris oscuro porque tiene su arte
y porque también es parte de mi arte cerámico, pero lo he escondido detrás de las
hojas del enorme ficus benjamina que hay
junto a la puerta de entrada. Lleva allí años creciendo desaforadamente sin
que nadie le haga ni puñetero caso.
Si algún día venís a casa, aun espero que alguien venga a casa algún día en este infinito verano que no se va a terminar nunca, por favor, echad un vistazo a mis MURALES.
Mural antiguo escondido detrás del ficus benjamina |
Yo no os voy a llamar la atención para que los veáis. ni voy a colgar más cosas en la pared. Tampoco quiero que mi casa sea la cueva de
María la Canastera.
Una hamburguesa en la feria |
La tómbola |
Para entonces, con suerte, ya nos habrán instalado el ventilador de techo que acabamos de comprar y yo dormirè la siesta fresquita mientras Pedro ve las Olimpiadas en el salón con el otro ventilador puesto y cerraremos todas las ventanas de la casa para que no entre la siguiente ola de calor, ni tampoco entre el ruido de las verbenas.
Le Credit Lyonnais |
Otra tetera |
Pero para feria y CIRCO, el que monta la organización del TOUR , de France, y sus patrocinadores por donde quiera que pasen para entretener la larga espera hasta que lleguen los ciclistas.
Por si no habéis tenido la suerte de verlos en directo, hoy, con los calores de esta ola de mediados de julio, os traigo las fotos que hice por estas fechas en Bossost en el Valle de Arán el verano que fuimos hasta allí con nuestras bicis, y con ellas subimos al Coll del Portillon a ver a los ciclistas, que venían desde Bagneres de Luchon, atravesar el puerto a toda velocidad a pesar de la pendiente, sin mirarnos a los espectadores, sin importarles que lleváramos allí cinco horas esperándolos.
Camión caja de quesitos |
Pero como es un circo montado por todo lo alto, la organización de la carrera entretiene a los espectadores con un desfile de carrozas que no tiene nada que envidiar a las de los carnavales de Río o las Cabalgatas de Reyes.
Melchor rodeado de chuletas |
Parece un OVNI |
La radio |
Tetera con taza |
Un cucurucho de helado |
Dibujos animados |
Una estrella caída del cielo |
Los ciclistas en camión |
El coche de la pizza |
Una botella de agua mineral |
La mascota |
La larguísima espera |
Los corredores |
Mas corredores |
Los coches de los equipos |
Mis colegas, los fotógrafos |
Les Pompiers |
El camión de los Picapiedra |
Batman, que se sale |
Este no se de qué va- parece un mantel de cocina |
Campeona de la montaña |
Podéis comprobar que no estábamos solos. Días antes los aficionados franceses ya habían llevado allí sus caravanas para encontrar el mejor sitio y en el dia de la prueba aquello parecía la playa en pleno verano.
Los espectadores y las caravanas |
El paso por el Coll del Portillon |
Fuimos al hotel a terminar de ver la etapa por la tele, queríamos ver cómo llegaban al Pla de Beret. Por la tarde volvimos a Viella.
El lavadero del patio grande |
Y nos íbamos felices con ella al patio grande de atrás que estaba lleno de rincones misteriosos y peligrosos: el lavadero con dos enormes pilas de cemento junto al cuarto de baño de la lavadora, la cocinilla donde se hacía la matanza y donde los pequeños no podíamos entrar, y, al fondo del todo, el corral de las gallinas, justo debajo de una de las cámaras en donde se guardaban las pilas de grano en las que estaba terminantemente prohibido revolcarse - había ratas, decían. Yo no se si eso era cierto, lo que se es que el grano te producía unos picores tan grandes que tenias que meterte en la pila directamente.
Patio lleno de maleza - al fondo las puertas del gallinero
Cuando llegábamos a ese último rincón de patio y mi abuela abría la puerta, esa que se ve en la foto detrás de mi tía Isabela, las gallinas venían a saludarnos por si les traíamos su comida, el salvado mezclado con serrín y agua en un cubo de zinc. Pero eso era más tarde, ahora veníamos a recoger los huevos, no a darles de comer. Ellas picoteaban alrededor de mis pequeños pies buscando comida y a mi me daban un poco de miedo y mucho asco de pisar la porquería que había por todo el suelo.
El corral olía muy mal y no me hacia ninguna gracia meter la mano en los ponederos, donde a veces aun había alguna gallina que otra a ver si habían dejado cada una su huevo correspondiente.
Yo creo que era la abuela la única que metía la mano en el ponedero y levantaba la gallina. Entonces nos daba los huevos para que los pusieramos en la cesta.
Estoy segura de que no hice muchas veces esta tarea porque eramos muchas criaturas para ayudarle, pero yo aun recuerdo el mal olor del estiércol que siempre asocié con las gallinas del corral de la abuela. Ese estiércol que varias veces al año, después de limpiar el corral, unos hombres se llevaban para abonar los campos en Begijar en un carro tirado por burros que entraba por el gran zaguán de la casa hasta el fondo del patio.
Parecen pollitos, ¿verdad? |
Se esconden entre la maleza |