Un PONGO es un objeto que tienes en casa durante mucho tiempo y un día decides que no sabes que hacer con él porque ya estas cansada de verlo y atraviesas una época minimalista y crees que hay demasiados trastos en la librería y decides quitarlo de enmedio.
Entonces te preguntas ¿Donde lo pongo?
Mientras decido si tirarlo, regalarlo o guardarlo en una caja en el sótano a esperar una decisión, se queda en la repisa junto a los demás pongos.
Hay días que me gusta porque me trae buenos recuerdos de cuando me lo regalaron o cuando lo compramos en un viaje o en una feria de artesanía. Otros días haría limpieza total.
Por ahora he decidido usarlos como ejercicios de memoria. Voy a intentar recordar cómo llegaron hasta el mueble donde ahora los veo cada día.
Tortuga vintage |
La tortuga
negra procede de las minas de carbón de Newcastle. Es un regalo que me trajo
una alumna a la que ayudé a gestionar una beca para hacer un curso de verano en
un colegio de esa localidad. Pesa como si fuera de plomo. La guardo porque es
uno de los pocos regalos que me hicieron mis alumnos. Por eso también guardo
una caja de lata de galletas de Fortnum & Mason, que me trajo otro alumno que pasó
un verano en Londres gracias a las gestiones que yo le hice con la familia de
un profesor conocido mío. Yo los puse en contacto y el agradeció el detalle.
La
tercera tortuga es tan pequeña que a veces se pierde entre los demás animales
del zoo y parece que tiene vida propia; es de cristal de
colores y no va a ir a ningún sitio porque no se lo voy a permitir. Es un
recuerdo de Roma. Es de cristal de Murano y es lo más cerca que nunca he estado
de visitar esta ciudad. La compré pequeña porque los animales me están
invadiendo la casa y es la última adquisición de nuestro zoo. Pero es tan
bonita y me gusta tanto que estoy pensando en buscarle compañía en cuanto vaya
a Italia la próxima vez.
Y para tortuga chula, la tortuga saltarina que hizo Tere:
Para completar este cuento, os traigo otra tortuga de mi colección, aunque ya no está con nosotros y podéis imaginar por qué.
Y para tortuga chula, la tortuga saltarina que hizo Tere:
Para completar este cuento, os traigo otra tortuga de mi colección, aunque ya no está con nosotros y podéis imaginar por qué.
¡Mmm... qué rica! |
The jumping turtle is great! I have managed to get rid of a lot of my less beloved pongos during my three moves. I'm enjoying a les cluttered life now, but there are things I wouldn't miss...
ResponderEliminarTrue: A move is the only way to get rid of these pongos!!
EliminarMe encanta esa idea de usar los pongos para ejercitar la memoria y en caso de que esta falle inventar una historia tan bonita como la real.
ResponderEliminarJejeje... No creas que es real todo lo que yo pongo aqui. Me invento o me imagino lo que me da la gana. ¡¡Nunca tuve un amigo llamado Emilio con una tienda de decoración en la calle Ganivet!! LO demás puede que sea verdad o no ...
EliminarEn realidad mi amigo se llamaba Fernando y sus preciosa tienda de decoración y antigüedades, La Diligencia, estaba en la calle Reyes. Hoy es uno mas de los restaurantes de comida rápida para turistas. Y con Fernando no iba a tomar café a Meliá, iba a tomarme una cerveza con berenjenas fritas en Casa Julio, en un callejón allí al lado - ahora Casa Julio está en la Plaza Bib-rambla.
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