sábado, 31 de agosto de 2013

¡Para vivir bien la vida ....


... hay que jubilarse a los 60!
Ya lo dice bien claro el cartel.  Yo también lo veo así. 
Por eso, y por otras cosas, que todos sabéis, decidimos hacer una gran fiesta en casa. Todo el mundo dice que fue un éxito y fue fantástico que vinierais tanta gente, la verdad es que no pensaba que cupieramos tantos en el patio.
Aunque se que a nadie le gusta verse en bañador y que tenemos poses mucho mas guapas, ¡por supuesto!, he traído una foto, solo una foto para que nos sirva de recuerdo.  Le tengo que agradecer a Nico que hiciera un gran reportaje, en el que, de verdad, si no salimos muy guapos, por aquello de los bikinis y bañadores, sí que estamos todos muy felices y muy sonrientes. Esta foto es solo un ejemplo:

Tengo que reconocer que estoy un poco nerviosa. Aún pienso de repente: ¿donde dejé mis papeles? ¿donde están mis libros? Como cada final de agosto, tengo la sensación de que no he leído los libros que quería leer, ni escrito los posts que deseaba escribir, ni he aprendido a hacer o retocar esas fotos que nunca me salen, ni me he visto todas las pelis que tengo pendientes, ...
Pero, de pronto, pienso que tengo tiempo, mucho tiempo.Y lo iré haciendo poco a poco.  Ya os contaré. Besos.

¿Tu qué sabes hacer?

Pero no para ganarte la vida, sino para los ratos de ocio, para el tiempo libre. Como la canción de Perales, vamos. ¿A qué dedicas el tiempo libre?
Nico sabe bucear y un día de este verano vino a demostrárnoslo. Quedamos en la playita de Marina del Este a las 5.30 de la tarde. Pero cuando llegó nosotros ya llevábamos allí una hora al sol de la tarde y al remojo del Mediterráneo y pensábamos que ya no vendría.
Cuando apareció por la playa parecía que iba de mudanza con tanta equipación: traje de neopreno completo, boya, cinturón de pesas, bombona, jacket, aletas, gafas, tubo, zapatos, guantes, camiseta, máquina de fotos con su funda ... y empezó a prepararse para la inmersión.
Equipación de buzo
Lo de vestirse de buzo es casi como vestirse de torero y es preciso hacerlo despacio aunque tengas prisa, como dice el dicho, para que todo este colocado en su sitio correcto. 
Por ahí bucea Nico - esa es su boya
Y ahora, al agua. 'Una hora', dijo,'tengo bombona hasta las ocho'.
Así que estuvimos en la playa, con baños, sol, lectura, etc hasta que vimos aparecer la boya naranja junto a la rocas, y mas tarde, aparecer a  Nico del agua.

No nos trajo ningún recuerdo de las profundidades marinas. Todo está protegido puesto que esa zona es el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo. Pero sí nos enseñó sus fotos subacuáticas y eran realmente preciosas, aunque un poco borrosas:


Los demás también demostramos nuestras habilidades y por eso os pongo la foto de Isa que está aprendiendo a hacer crochet. Otras, solíamos aprovechar las largas tardes de verano para hacer punto de cruz, pero eso fue hace mucho tiempo. Ahora las tardes ya no son tan largas, y la vista no es lo que era. Así que ahora hago fotos y enseño lo que saben hacer los demás: las canciones de una,    los poemas de otra,
el futbol del irlandés , las excursiones de la montañera, el libro de matemáticas, .......
Isa está aprendiendo a hacer crochet
Ahora hago fotos


miércoles, 14 de agosto de 2013

Nacimiento del río Darro - Sierra de Huetor


Nacimiento del río Darro
Esta vez nuestra excursión no fue a un monumento artístico, pero también visitamos un lugar precioso y además algo más apropiado y refrescante para estos calurosos días de verano: fuimos al Nacimiento del río Darro.



 
Aquí podéis ver una descripción detallada, en plan montañero de la excursión.
Una pequeña cascada
Esta ruta es agradable porque el camino va casi siempre por el cauce de un arroyo seco, al que llaman el Darro Alto, y está la mayor parte del tiempo en sombra. Lo de caminar por un arroyo la hace mas interesante ya que hay que ir sorteando piedras, zarzas, y otras plantas que se agarran a las piernas como enredaderas. 
¡¡Verde en pleno verano!!
Como el cauce estaba seco era difícil creer que allí nacía un río, pero de pronto el arroyo se abrió y llegamos a un precioso prado, allí cerca encontramos el nacimiento del río Darro, o Fuente de los Porqueros. El agua brota constantemente y se junta con arroyos que vienen de más alto de la Sierra, de la Fuente de la Teja y de la Cueva de los Mármoles. Como la Sierra es porosa, estos arroyos no se veían, van por debajo, pero allí en el nacimiento, afloran todos y se juntan para hacer el famoso río Darro.   
A partir de ese punto el paisaje cambia, todo es mucho mas verde e incluso hay unas casetas y unas huertas en el valle. Un poco mas adelante se divisa la A-92 y el pueblo de Huetor Santillan y siguiendo el camino se sube al Cerro de la Cruz, donde las vistas deben de ser maravillosas. Nosotros nos volvimos sin llegar tan lejos, tras  un pequeño descanso cerca de la cascada. Era la hora de la comida y las cervezas, no de estar al sol de agosto. ¡Fue una fantástica excursión!
Álbum familiar: 
 


 

¡Un descansito al sol!
Nuestro grupo
Dique de contención


Por el camino


Un poquito de agua en la cabeza

domingo, 11 de agosto de 2013

Aventura en el castillo

Bueno, ya se que no fue una autentica aventura porque en ningún momento corrimos ningún peligro. Ya sabéis cómo son los castillos ahora. Pasa por ellos la escuela taller de turno y te marcan el recorrido con todos los detalles y todas las medidas de seguridad para que nadie se pierda ni se dedique a curiosear por su cuenta. Pero, algo de aventura si hubo en subir a visitar la Fortaleza de la Mota en Alcalá la Real un buen día de verano bajo un sol inclemente.
Cuatro y yo, la fotógrafa
Un sol de justicia

Además eramos cinco, como los de las famosas aventuras, y también sufrimos unos pequeños desajustes, debido, sobre todo, a nuestra habitual falta de ejercicio físico y al tamaño de los escalones por los que se accedía a las torres y a las murallas. 
 
Isa bailando en los escalones de la muralla
 

Isa, la grande, paseando por la muralla, recién construida
 El cantero que los diseñó debe de jugar para la NBA porque eran altísimos y al cabo de cinco tramos de escaleras empezamos a sufrir calambres y tirones musculares como si estuviéramos subiendo en realidad al Alpe d'Huez.
Aquí tenéis unas fotos para ilustrar nuestra aventura. Y solo son unas pocas de las que hice yo. En realidad todos hicimos fotos, pero los demás son muy tímidos.
¡Besos!