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domingo, 11 de agosto de 2013

Aventura en el castillo

Bueno, ya se que no fue una autentica aventura porque en ningún momento corrimos ningún peligro. Ya sabéis cómo son los castillos ahora. Pasa por ellos la escuela taller de turno y te marcan el recorrido con todos los detalles y todas las medidas de seguridad para que nadie se pierda ni se dedique a curiosear por su cuenta. Pero, algo de aventura si hubo en subir a visitar la Fortaleza de la Mota en Alcalá la Real un buen día de verano bajo un sol inclemente.
Cuatro y yo, la fotógrafa
Un sol de justicia

Además eramos cinco, como los de las famosas aventuras, y también sufrimos unos pequeños desajustes, debido, sobre todo, a nuestra habitual falta de ejercicio físico y al tamaño de los escalones por los que se accedía a las torres y a las murallas. 
 
Isa bailando en los escalones de la muralla
 

Isa, la grande, paseando por la muralla, recién construida
 El cantero que los diseñó debe de jugar para la NBA porque eran altísimos y al cabo de cinco tramos de escaleras empezamos a sufrir calambres y tirones musculares como si estuviéramos subiendo en realidad al Alpe d'Huez.
Aquí tenéis unas fotos para ilustrar nuestra aventura. Y solo son unas pocas de las que hice yo. En realidad todos hicimos fotos, pero los demás son muy tímidos.
¡Besos! 

jueves, 13 de marzo de 2008

La perspectiva que da el tiempo



Hace años este palacio Renacentista se utilizó como Instituto de Enseñanza Media y como sede de los Juzgados. Los alumnos compartían paredes con los presos del calabozo municipal que escandalizaban a sus vecinos soltando improperios a grito pelado en mitad de las horas de clase. Eso nos contaba Pedro mientras paseábamos por las galerías del Palacio Abacial de Alcalá la Real. Fuimos de visita lúdico-cultural el sábado pasado un grupo de profes y sin embargo amigos.
Fue un día magnifico. El tiempo nos acompañó durante toda la visita. Empezamos por la Fortaleza de la Mota, donde una guía del Centro de Interpretación nos dio una clase de historia local. Paseamos por las murallas, los miradores hacia el pueblo y Sierra Nevada al fondo. Entramos a la Torre del Homenaje, la Iglesia Abacial. Vimos la ciudad antigua, las ruinas y las nuevas construcciones: una botica, un lagar, unos buenos servicios. Y para rematar tanta cultura nos fuimos a comer a un magnifico restaurante escondido en la carretera que lleva a Frailes. Se llama El Rey de Copas, y esta en la aldea de La Ribera Alta. Os lo recomiendo.
Y ya os dejo que vienen las vacaciones y hay que ir haciendo la maleta. ¡Hasta pronto!