domingo, 25 de abril de 2010

Clara Lillo - La sirena mas guapa

Acaba de decirme Tere que le han dado un premio a Clara por su interpretación de La Sirena Varada en un Festival de Teatro de Cartagena.
Aquí os traigo el vídeo y la página del Certamen.
Y aquí les dejo también a Clara y a su madre las felicitaciones mas grandes con la esperanza de que esto sea solo el principio de una larga lista de premios, trabajos, éxitos y felicidades. MUA!!
 

viernes, 23 de abril de 2010

Natalie Merchant

Todo el mundo habla de Youtube, y sitios parecidos para ver vídeos y para reírse un rato o bien recordar alguna canción de hace mil años, pero yo tengo un lugar favorito donde encuentro vídeos estupendos de muchos temas. Ya se que están en Inglés, pero la mayoría tiene subtitulo y a veces, si son canciones, solo hay que oírlos y disfrutarlos.  Entrad aqui - TED. Ya me diréis vuestra opinión.
Como me apunté, me envían novedades y una de las últimas es este fantástico concierto:
¡Teneis que verlo!

Natalie Merchant

martes, 20 de abril de 2010

20 de Abril - Celtas Cortos 20 Aniversario


Esta foto la hice en los Pirineos hace cinco años, en verano, claro.
Al fondo, muy pequeña, se puede ver la famosa Cabaña del Turmo que cantaban los Celtas Cortos hace también ya muchos años.
Hoy, se ve que mucha gente celebraba también este aniversario, porque sorprendentemente han venido a ver la foto mas de 600 personas.
Lo se porque los del flickr te facilitan las estadísticas diarias de las visitas. Y la vanidad personal hace el resto.
Y por si acaso, mis queridos lectores, nunca habías visto esta maravillosa foto (je) o no conocéis la canción os traigo la foto, con canción y todo, para recordar un lugar precioso. Para brindar con ella y por los viejos tiempos. 
Nosotros no ibamos a la Cabaña del Turmo porque nos pillaba lejos; nos ibamos al Charcón, a los Cahorros, al albergue de la Cucaracha, a la Fuente del Hervidero. Es igual.
¿Recuerdas aquella noche en la .....??

jueves, 8 de abril de 2010

¡Pa' comerselo!


Mirad que ojazos tiene el pequeño de la familia.
Parece que se escondió de mi cámara detrás de la mantita, pero a pesar de eso, está para comérselo.
¡A besos!

domingo, 4 de abril de 2010

Daimiel

Con las lluvias las Tablas de Daimiel se han llenado de agua y de turistas, tantos que los patos y otras aves que por allí viven se esconden entre las cañas y solo se asoman de refilón como el que no quiere la cosa a comprobar si las muchedumbres domingueras ya se han marchado. Y entonces, miles de cámaras les apuntan y ¡zas!! un disparo tras otro los vuelven a meter en los carrizos.
Pero aunque se ven pocas aves, al menos se puede pasear por los caminos recién arreglados, se disfruta del solecito tibio, tirando a fresco de estos días, y se hacen fotos, of course!!

Fuimos a ver las Tablas el Miércoles Santo y estando allí nos acordamos de otra visita a Daimiel hace muchos años para realizar una ruta ciclista, el Rally Sinllel por tierras manchegas.
Un amigo nos habló de esta ruta que organizaba una peña de Daimiel y nos dijo que a pesar de ser un poco larga, unos 110kms, no era ni técnica, ni dura. No habría cuestas, ni pendientes, ni caminos de cabras en mitad del monte. ¡Íbamos a la Mancha!! Con la confianza de que la Mancha es lisa como un plato nos apuntamos al tema con un grupito de colegas de la bici. Aquí estamos los del grupo, pasando el control de salida y repostando las bicis.
Jeje... La Mancha será llana, pero los ciclistas buscan las cuestas como las cabra tira al monte.  Así que el camino incluía, por supuesto, llegar hasta unos montes que por allí había y subir y bajar trochas como los dioses del mountain-bike mandan. Y encima hacia un calor de primeros de septiembre, el terreno estaba seco y polvoriento (como en el destierro del Mio Cid) y el camino era largo como un día sin pan. Bueno, con unas pastas de cabello de ángel, unas galletas maría, algo de zumo y una manzana.

Obviamente yo fui todo el tiempo en el grupo de la cola. Pedro me acompañaba todo el rato y otra pareja también venía con nosotros.
En la ultima parte del camino cerraba la marcha la ambulancia con la sirena encendida justo detrás de mi. Aquello me daba un mal rollo que me iba consumiendo las pocas fuerzas que me quedaban. Sentía que venían a por mi, como los buitres carroñeros rondan a la pieza a punto de caer. Y para colmo los últimos kilómetros eran sobre arena. La bici se hundía, mi ánimo también. ¡¡¡Menudo final!!!
Pero por fin llegué en bici hasta el polideportivo de Daimiel donde todos los demás participantes llevaban horas dando cuenta de unas maravillosas migas manchegas y un buen vino de la tierra. Aquello era una autentica fiesta, que casi nos perdemos.
Creo que aquel día comí las mejores migas del mundo. Me sabían a gloria.
Y además, ¡¡me dieron un trofeo!!