En este caso no era una comida, sino una cena a base de tapitas, bien ricas, en el Campo del Príncipe. Lo de la cena al aire libre fue para intentar no achicharrarnos con el calor que estamos pasando y además, según Maricarmen, lo de ir al Campo del Príncipe era para no tener que coger el coche (jeje).
Así que allí que nos fuimos todos, grandes y pequeños.
Como estábamos muy entretenidos con la conversación, las cervecitas y la comida no hice mas que tres o cuatro fotos.
Las otras son de otra comida al aire libre, pero en esta ocasión los invitados eran de trapo y no se quejaron tampoco del menú que Isa y Lucia les habían preparado con los productos de nuestra 'huerta'; así que ni deben de ser malas cocineras.
Los demás se dedican a la lectura, como se puede observar, y a los mayores no los fotografío ¡¡que ya no estamos para salir en bañador en las fotos!!
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