Batalla Naval por Nico M en papel de examen |
La Consejería de Educación me mandaba un pen con los exámenes y yo tenia que imprimirlos y hacer copias para todos los matriculados en mis clases. Así que yo hacia 100 copias de un examen al que solo se presentaban 15 personas y cuando terminaba el examen me quedaba un taco de folios, escritos por un solo lado, que me resistía a triturar en la maquina de la conserjería del Instituto y me los llevaba a casa para que me sirvieran de borrador.
Verano del 2005 por Nico M |
Pero yo no daba a basto para gastar tanto papel borrador y estos folios, con exámenes por un lado y completamente limpios por el otro, acababan en casa de mi madre para que sus pequeños nietos, mis sobrinos y sobrinas, pintaran en ellos o hicieran pajaritas de papel o se los comieran con patatas.
Lo curioso es que mi madre los utilizaba más que los pequeños: Forraba con ellos sus cajones de tapetes o de cubiertos y también las bateas de la puerta del frigorífico y otros usos más que ahora que estamos limpiando su casa estoy descubriendo.
Examen de alemán e italiano |
Lo mismo sucedía con los exámenes de revalida. Mi padre, que era inspector de Educación, fue miembro e incluso presidente de los tribunales que vigilaban y corregían esos exámenes durante muchos años - de hecho con las dietas extras que ganaba en esas pruebas mi madre nos compraba zapatos y ropa y costeaba parte de nuestras vacaciones.
Cuando las pruebas terminaban, él nos traía a casa sobres marrones llenos de esos exámenes que ya nadie iba a utilizar. No eran los grandes folios A4 de mis exámenes de inglés, eran pequeños impresos, ni siquiera A5, que nosotros adorábamos y con los que nos hacíamos libretas con la grapadora y utilizábamos también de mil maneras diferentes.
Borrador de apuntes de anglosajón |
Ya veis en mi foto que en mi época de estudiante universitaria me servían para repasar mis apuntes de anglosajón, que era lo mas complicado del mundo, pero también servían para copiar letras de canciones, dibujar y hacer recortables, casitas, muñequitos y papiroflexia. Y, a veces, intentábamos ver si éramos capaces de resolver las complicadas cuestiones que allí aparecían, sin mucho éxito.
Latín y griego |
Examen de Lengua y Literatura |
Mas tarde todos los hermanos y hermanas tuvimos que someternos y aprobar esos duros exámenes de Reválida Elemental, en 4º de Bachillerato, y Superior, en 6º, con los que estabamos tan familiarizados. Lo mejor es que sobrevivimos para contarlo. y para guardar el recuerdo de su existencia.
Creo que era Antonio Gala el que decía que a él le imponía el folio en blanco y tenía que escribir por el revés o en los espacios libres de cosas ya escritas. Por supuesto que se refería a escribir a mano, pero es que a mí me pasaba igual cuando escribía así.
ResponderEliminarEn mi época de profe os podría haber mandado miles de estos folios de examen que aparentemente no servían para nada, pero de los que mi madre y sobrinos daban un buen uso.
EliminarPero en esa reválida no viviáis esto
ResponderEliminarhttp://el-macasar.blogspot.com/2018/06/en-tirantes.html?m=1
Yo recuerdo que mi hermano Nico grapaba un puñado de exámenes de los que ya no servían y los vendía a sus compañeros, para libretillas, por un duro. Entonces no había tanto lujo de papelerías como ahora.
ResponderEliminarSi, yo también recuerdo grapar los papelillos de exámenes para hacer libretas.
EliminarMe alegro de leerte por aquí, sister!
Muy bonito recuerdo.
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