miércoles, 14 de agosto de 2019

EL SEXO DE LOS ANGELES




You can read this story in English here 

 Esta historia, casi toda real, está dedicada a mi sobrina Isap, que tiene 14 años y tiene las ideas más claras que nunca tuve yo a su edad, que habla con total franqueza delante de sus mayores sobre  la orientación sexual de sus amigos y amigas y sobre lo que haga falta. ¡Afortunadamente ella y Sara sí podrán vivir y hablar de estos temas con total libertad!
 
  Mi hermana Isabel dice que los bebés no tienen sexo, que les pasa como a los ángeles. Yo también lo creía cuando era pequeña, muy pequeña. 
  Y lo creí así hasta el día en que fuimos a visitar a un primo recién nacido.
       Estas visitas eran habituales en nuestra familia: cada año al menos nacía un primo o una prima. Mi madre tenía muchos hermanos y hermanas y era normal tener primos nuevos constantemente.  En unos pocos años mis abuelos se juntaron con cuarenta nietos; nuestra pandilla de primos era enorme y no había terminado de crecer aún. 
Posando en la escalera
       Recuerdo especialmente aquella visita a mi pequeño primo Pablo porque volví a casa dándole vueltas a mi cabeza. Yo solamente había visto a un bebé, un pequeño primo o una pequeña prima que hacía lo que todos los bebés: dormir, comer y llorar. No le encontraba ningún atractivo especial y además estaba muy intrigada. Así que se lo planteé a mi madre.
        -"¿Cómo sabes que es un niño y no una niña? "
       Supongo que mi madre se quedó muy sorprendida.  Debió de extrañarse de que no me hubiera fijado en mis hermanos. Tenía dos hermanos muy pocos años mayores que yo y por ahorrar agua nos bañaban a todos juntos. Primero iba el o la más pequeña y luego los demás. En aquella época el agua caliente era un lujo, así que el día de baño, íbamos los cuatro o los cinco - que éramos entonces - directos a la bañera y esperábamos nuestro turno preparados en el cuarto de baño.
Un puñado de primos y primas con mis abuelos

       Pero yo era bastante miope, aunque eso no se descubrió hasta mucho más tarde, y no veía mas allá de mi nariz. Quizás sea por eso por lo que recuerdo pocas cosas de mi infancia. Así que no me había fijado en ese detalle que tenían mis hermanos y que no teníamos las niñas.
       -"Cuando los bebés nacen tienen un cartelito en la espalda donde dice si es un niño o una niña."   Eso me dijo. Y se quedó tan tranquila. Pero yo no. ¿Cómo iban a pegarle un  cartelito en la espalda a un bebé? ¿Lo hacía la cigüeña?      
        Está claro que era pequeña, ignorante y muy ingenua porque me creía esas cosas.
        Así que cuando los Reyes Magos me trajeron esa Navidad un precioso bebé de goma con toda su ropita, yo no le miré a ver si tenía un cartelito u otra cosa. Yo le vi cara de niño y le puse nombre de niño.
Le hace comiditas
     Ahora, Sara, que acaba de cumplir 5 años, juega con mi muñeco, que tiene ya más de 60 años y que ha sobrevivido mudanzas, viajes  y toda clase de aventuras. Ella lo viste, le da de comer, lo manda volando a la piscina, lo seca con su toallita, le cierra los ojos, porque los suyos ya no se le cierran solos, lo acuna, lo duerme y lo quiere como lo quería yo.
       Y ella me ha descubierto que los bebes sí tienen sexo. Ella me ha dicho que mi bebé no se llama Jose, porque no es un niño. No tiene pitillo. ¡Es una niña!
        Santo cielo, ¡lleva razón!

11 comentarios:

  1. What a sweet story! And how I envy you all those cousins! It's like an independent nation, your own tribe. We are three leftovers now, I always wished for a large family. The

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  2. And have you looked at your blogger biography recently? Apparently you are male 😂

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    1. What do you mean? Have I also changed sex? I had no idea about this change!!! LOL

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    2. Thanks for telling me. Now I have changed sex again!! ;-)

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  3. Qué relato tan realistamente divertido.

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    1. Jejeje... y además, auténtico!

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    2. Pili. Me ha encantado, no se si eramos tontas o que eramos asi, Mis nietas ahora me ponen al loro y hay que espabilar, eso sí juegan con mi Pablito...60.

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    3. Éramos un poco tontas entonces. Menos mal que las siguientes generaciones han salido más espabilada y sobre todo la de estas pequeñas que nos hacen la vida mucho más feliz!

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  4. Muy bonito, Pili, aún tienes el muñeco?

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    1. Claro!! Es el de las fotos. O mejor, es la de las fotos!! ;-)

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