Ahora que está lloviendo fuerte esta ciudad se embarra hasta lo alto. No hay quien de un paso por estas calles llenas de obras del metro y del Plan E. El tráfico está mas imposible que nunca, los coches se pierden en este laberinto de direcciones cambiadas y las pocas calles que están transitables están abarrotadas como si viviéramos en una ciudad poblada por mas de diez millones de habitantes.
Solo hay una solución para los días de fiesta: Subir al bosque de la Alhambra y dar un paseo tranquilo, antes de que nuestras ilustres autoridades decidan que ya se acabó el tiempo de que fuera peatonal y vuelvan a permitir que por esas calles de plátanos de indias, castaños locos y olmos casi enfermos vuelvan a pasar los coches. Entonces se acabara también allí la tranquilidad. Entonces nos meteremos en casa a esperar que el metro llegue hasta ella.
Mientras esto sucede el sábado fuimos a ver una maravilla exposición de fotografías sobre el AIRE.
Exposición |
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