Subida en una nube |
En el periódico EL PAÍS, durante este verano varios periodistas escriben en la última página una crónica de un verano de sus vidas. Puede ser algo feliz o algo no tan feliz.
Yo también voy a contaros un verano de mi vida porque hace ahora 50 años de aquel verano de 1974.
¨Tenía tantas ganas de ser mayor de edad que, cuando terminé mi contrato de trabajo en Butlins y pasé tres días en el Albergue Juvenil London Earls Court de Londres, le dije a la chica de la recepción que tendría que cobrarme un poco más por mi última noche alojada allí porque había sido mi cumpleaños, cumplí los 21, y el precio barato para los menores ya no me lo debería aplicar. Se quedó de piedra, y no puso ninguna objeción y me cobró la diferencia.
El uniforme de kelly, lo que yo era |
Un intenso verano |
Como no teníamos mucho dinero y no creíamos que fuera una buen idea hacer un curso en una escuela internas o vivir con una familia, decidimos irnos a trabajar, nosotras que lo más que habíamos trabajado era dando clases particulares a hijos de vecinos o amigos de nuestros padres o la Navidad en que yo trabajé vendiendo bragas y pijamas en la tienda de mis tíos.
Butliland - Bienvenidos al Paraíso |
Nuestro 'campo de trabajo', no de vacaciones |
En un aparte os diré que mis amigos en este 'campo de trabajo', estudiantes la mayoría como yo, decían que en aquel lugar había habido un campo de concentración de prisioneros alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Lo parecía.
Nuestros 'barracones' |
La zona donde estaban nuestros 'chalets' o pequeños alojamientos eran unos barracones largos y oscuros donde podrían haber estado los alemanes, pero a mi me parecían perfectos y eso que nuestro pequeño 'chalet' solo tenia dos habitaciones con una litera cada una, una cómoda para nuestra ropa, unas mesitas de noche y un cuarto de baño con retrete y lavabo, pero sin ¡ducha, ni baño! - Teníamos que utilizar unos baños comunes para las mujeres.
Pero enseguida me sentí allí como en mi casa. Lo tenía todo: fotos en la pared, unos carteles, la música de Simon and Garfunkel y muchas risas.
Allí pasamos dos intensos meses que os contaré despacio en otra ocasión.
Hoy solo quiero hacer este post, o entrada, de recuerdo porque este verano se cumplen 50 años de aquella fantástica experiencia que parecía que iba a ser una terrible aventura y que acabó siendo para mi uno de los mejores veranos de mi vida.
Claro, que yo era entonces 50 años más joven." (To be continued)