Ahora, el pie |
En estos días dejo la esquina - qué mal suena - y me voy al sillón.
Así estoy, como me veis en la foto, con el pie izquierdo escayolado. Ando, malamente, con muletas y Pedro me lleva a veces a la calle en silla de ruedas.
Mi banco de pruebas |
Así van pasando los días.
La cosa no es grave. Me torcí el tobillo de mala manera en otra tonta caída. Esta vez no fue con la bici, sino en el parque, jugando con Lucas en los columpios. Yo no me subí en el tobogán, pero sí que me deslicé por la ladera donde éste estaba colocado a la misma velocidad que él y con menos flexibilidad y muchos mas años. Él cayó de pie, como caen los niños y los gatos y yo me tronché, como nos tronchamos los mayores descalcificados y torpes.
Ahora tengo reposo para una buena temporada.
Os contaré mis progresos y mi desesperación.
Barreras infranqueables |
Averiguar qué habrá en esos pen drives |
Hoy llueve, al menos me queda el consuelo de que con esta lluvia y este frío de invierno tardío tampoco hubiera llegado muy lejos de paseo.
Es un estúpido consuelo. Os dejo, no tengo mucho humor.
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