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Silla Eames - variación patchwork |
Finalmente decidimos comprar
mi butaquita en Internet porque costaba menos de la mitad de lo que nos habían
pedido por ella en la tienda de muebles. Y cuando la trajeron y la puse en el
salón comprobé que era mucho más cómoda, bonita y moderna de lo que yo me había
imaginado. Así que estoy muy contenta con mi regalo de Reyes, aunque los Reyes
se retrasaron tanto que creía que se habían olvidado de mí.
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Mi nueva silla en su rinconcito |
Ahora tendré que
aguantar durante varias semanas que cada vez que abra alguna página de Internet
aparezcan un montón de anuncios de butacas, sillas y muebles a ambos lados de
la pantalla. ¡¡No sé cómo acabar con
esta plaga de sillas!!
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Yo me sabía la teoría |
Gracias a la gran cantidad de páginas webs ofreciendo sillas que se me abren cada día he sabido que mi maravillosa butaquita está basada en un
diseño de Charles y Ray Eames, y ahora todavía me gusta muchos más. Yo ya conocía su original y moderna casa Eames en California, pero no recordaba que también habían diseñado sillas y otros muebles.
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Sillas Eames en una tienda |
Algo parecido me pasó hace
muchos años cuando compré unas sillas para el comedor en una maravillosa tienda de muebles de diseño
que había en la Plaza de la Trinidad que, como pasó con otras muchas buenas tiendas de Granada, desapareció sin dejar rastro.
Entonces, a principios de los 80, el diseño se estaba poniendo muy de moda.
Pero yo, como la mayoría de la gente, ni siquiera sabía qué era eso.
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Silla Breuer |
Hasta unos años mas tarde no supe que las sillas eran un diseño de Breuer.
Por casualidad, en ese tiempo, tuve la enorme suerte de que unos amigos míos que vivían en una casa diseñada por él nos invitaran a Ara y a mi a comer con ellos.
Fue una gran experiencia pasar un día en una casa de autor. La casa era luminosa, moderna, casi parecía recién hecha, ¡¡y era de los años 30!!
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Casa Breuer en Eton |
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Interior con Ara |
Y justo
entonces, cuando estaba tan orgullosa de tener unas sillas 'diseñadas' por Breuer, tuve que retirarlas de uso
porque estaban totalmente desfondadas.
Las metimos en el sótano, supongo que me
daba pena tirarlas, mientras se me ocurría qué hacer con ellas.
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Cestería de San Matías Una tienda favorita |
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La cestería |
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Un día, en una tienda
maravillosa de cestas de esparto y cosas de mimbre, que afortunadamente aun existe en la calle
San Matías, había un cartel que ponía 'Se arreglan sillas'.
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Las sillas Breuer en mi despacho |
Las llevé y
quedaron preciosas, tanto que las puse en mis despacho de secretaria, donde más de una visita a punto estuvo de caer al suelo, porque estas sillas tienen mucho diseño y poca estabilidad, la verdad. - A veces al diseño le pasa eso.
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Las sillas en casa de Ara y Yai |
Más
tarde, cuando dejé el cargo y el despacho, regalamos las sillas Cesca o Breuer a Ara y Yai, que las lucen con orgullo de poseedoras de
unas sillas vintage en su acogedor salón
comedor.
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Made by Tere |
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Otra silla de Tere |
Y esta era casi toda la toda historia hasta el viernes pasado. Cuando Tere vino a traerme y llevarse unos
libros, que ella devora a la velocidad del rayo, vio mi butaca y me contó que
justo hacía unos días le vino la inspiración para hacer estos fantásticos
arreglos con unas sillas sacadas de la basura.
¡¡Esto es diseño y no lo que nos
venden en los suplementos dominicales!! ¡Bravo Tere!
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Silla estilo Mackintosh |
Digo que es casi toda la historia, porque a mí la silla que me gusta, que me ha gustado siempre y que María Luisa, tía Mami, me ha dicho que algún día heredaré, es la que yo llamo silla Mackintosh, la de casa de la abuela. Ahí tenéis la foto, y os aseguro que en el culo de la silla por debajo hay un papel pegado con celo que pone: esta silla es para Pili.
Claro, que si falla tanto diseño, siempre me queda el recurso de comprar alguna sencilla silla de anea como estas, de toda la vida.
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¿No os encantan? - Mercadillo de Maracena |
Mi padre estuvo suscrito a revistas de decoración europeas en los años 30 y no hace mucho tuve que darles un repaso para ver como tapizaba unos sillones cuando él ya no estaba para aconsejarme. Lo malo es que luego me vi negra para encontrar una tela que medio se pareciera a lo que había visto en ellas...
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