En los jardines de las novelas de Ruth Rendell siempre hay setos de rododendros. La vida transcurre plácidamente en apariencia en esos preciosos jardines ingleses, pero detrás de cada seto o cada árbol se puede esconder un asesino, ya sea alguien reposado y tranquilo, o bien alguien con una infancia torturada y una mente enfermiza cuyo delito se descubre en la primera página del libro.
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En español es La Ceremonia |
Leí hace muchos años uno se sus libros, A Judgement in Stone y me sobrecogió y me enganchó desde la primera línea:
“Eunice Parchman asesinó a la familia Coverdale porque no sabía leer ni escribir”.
Cuando en una novela negra ya sabes quién son los muertos y quién el asesino, aparentemente ya hay poco más que descubrir. Pero como sabéis todos los que disfrutáis de estas historias, la cosa no es así. Ahora el lector quiere investigar por qué Eunice Parchaman no sabía ni leer ni escribir, y por qué eso le hizo matar a todos los miembros de la familia con la que trabajaba de ama de llaves. ¿Os pica la curiosidad? (jeje)
No voy a seguir hablando de crímenes, ni de autoras; si traigo a la Sra Rendell a mi blog es para rendirle mi pequeño homenaje con motivo de su reciente fallecimiento porque me gustaría agradecerle los buenos momentos con escalofríos que me ha hecho pasar leyendo sus morbosas novelas negras, y para hablaros de los rododendros.
Aquí os he traído unas fotos de los maravillosos rododendros que se pueden ver a principios de verano en los Pirineos, en concreto estos son de La Vall d'Incles, por donde hicimos una maravillosa excursión, a pie, hace unos cuantos años cuando pasamos nuestras vacaciones deportivas en Andorra.
Y también os quiero enseñar el rododendro de nuestro jardín, la envidia de mis vecinas.
Estoy segura de que ya os lo he enseñado en algún post anterior, pero es que ¡estoy tan orgullosa de él!
¡Que sigáis disfrutando de una florida primavera!
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Mi rododendro |
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Detalle |
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La Vall d'Incles y los rododendros |
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Esa soy yo en La Vall d'Incles |
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Otro dulce detalle de mi rododendro |
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