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El proyecto inicial
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Mi profesor de tapices en la Escuela de Artes y Oficios de Granada tenía la costumbre cada año de desilusionar a sus nuevos alumnos, como lo era yo, obligándonos a hacer el dibujo de nuestro futuro tapiz en una gran hoja doble de papel cuadriculado y así lo convirtiéramos en un dibujo de puntos - pixelado, cuando este termino ni siquiera existía. Cada cuadrito, nos explicaba, era el nudo en un telar de alto lizo, que era el que íbamos a aprender a utilizar. Un telar de bajo lizo, el que se utiliza para los tejidos normales, era algo demasiado difícil para unos novatos como nosotros.
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Dibujando con píxeles
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Dibújalo primero
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Después de dos semanas rellenando cuadritos de colores ya solo quedábamos en clase la mitad de los que habíamos ido el primer día. Ahora que ya sí teníamos espacio para trabajar y telares para todo el mundo, abandonábamos por fin los folios coloreados y empezamos a hacer nudos y tapices.
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Telar de bajo lizo
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Algo parecido hicieron mis profesores del taller de cerámica el año que conseguí una plaza. Allí no conté cuadritos, pero sí dibujé, coloreé e hice proyectos con acuarela, lápices de colores y pasteles para las futuras obras que algún día saldrían de mis manos; yo, que no sé dibujar ni la O con un canuto.
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Proyecto de plato
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Mi firma de entonces
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Logré sobrevivir a ese cribado y por fin puse mis manos en el barro. De esos primeros años conservo el plato blanco con flores verdes y azules que veis en estas fotos y su proyecto original, mas pequeño y con una cenefa verde, que no aparece en el plato final. Es un milagro que las dos cosas hayan sobrevivido a cambios, mudanzas y reajustes.
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Espejo con marco
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También conservo el marco de un espejo, algunas piezas pequeñas de torno y poco más.
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Otro mural - este del taller de Carmen
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Años mas tarde, en el taller de Carmen, hice este mural azul con dibujos, un lindo gatito, una ventana y otras pequeñas piezas que ya conocéis.
Todo esto que os cuento es para explicar que las piezas de cerámica no salen solas, que es preciso pensarlas antes y seguir un proceso de elaboración lento y a veces delicado.
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Se moldea, se cuece, se pinta, se vuelve a cocer
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Ahora tengo muchos proyectos en la cabeza que llevaré a cabo poco a poco en mi modesto taller de cerámica del sótano y en las clases con Ana, en la Casa de la Cultura de Maracena, donde he tenido la gran suerte de conseguir una plaza este curso y donde estoy encantada de aprender con nuestra excelente profesora todo lo que ella nos quiera enseñar.
Aquí os dejo algunas de las piezas que he hecho o estoy haciendo en las clases de Ana.
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Pequeñas piezas - pruebas
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Una original ensaladera
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El jarrón sin esmalte
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Jarrón esmaltado
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Hojas - bandejitas
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