domingo, 28 de enero de 2024

El proceso

El proyecto inicial

Mi profesor de tapices en la Escuela de Artes y Oficios de Granada tenía la costumbre cada año de desilusionar a sus nuevos alumnos, como lo era yo, obligándonos a hacer el dibujo de nuestro futuro tapiz en una gran hoja doble de papel cuadriculado y así lo convirtiéramos en un dibujo de puntos - pixelado, cuando este termino ni siquiera existía. Cada cuadrito, nos explicaba, era el nudo en un telar de alto lizo, que era el que íbamos a aprender a utilizar.  Un telar de bajo lizo, el que se utiliza para los tejidos normales, era algo demasiado difícil para unos novatos como nosotros.

Dibujando con píxeles

Dibújalo primero

Después de dos semanas rellenando cuadritos de colores ya solo quedábamos en clase la mitad de los que habíamos ido el primer día. Ahora que ya sí teníamos espacio para trabajar y telares para todo el mundo, abandonábamos por fin los folios coloreados y empezamos a hacer nudos y tapices.

Telar de bajo lizo
Algo parecido hicieron mis profesores del taller de cerámica el año que conseguí una plaza. Allí no conté cuadritos, pero sí dibujé, coloreé e hice proyectos con acuarela, lápices de colores y pasteles para las futuras obras que algún día saldrían de mis manos; yo, que no sé dibujar ni la O con un canuto. 

Proyecto de plato
Mi firma de entonces

Logré sobrevivir a ese cribado y por fin puse mis manos en el barro. De esos primeros años conservo el plato blanco con flores verdes y azules que veis en estas fotos y su proyecto original, mas pequeño y con una cenefa verde, que no aparece en el plato final. Es un milagro que las dos cosas hayan sobrevivido a cambios, mudanzas y reajustes. 

Espejo con marco

También conservo el marco de un espejo, algunas piezas pequeñas de torno y poco más.

Otro mural - este del taller de Carmen
Años mas tarde, en el taller de Carmen, hice este mural azul con dibujos, un lindo gatito, una ventana y otras pequeñas piezas que ya conocéis.

Todo esto que os cuento es para explicar que las piezas de cerámica no salen solas, que es preciso pensarlas antes y seguir un proceso de elaboración lento y a veces delicado. 

Se moldea, se cuece, se pinta, se vuelve a cocer

Ahora tengo muchos proyectos en la cabeza que llevaré a cabo poco a poco en mi modesto taller de cerámica del sótano y en las clases con Ana, en la Casa de la Cultura de Maracena, donde he tenido la gran suerte de conseguir una plaza este curso y donde estoy encantada de aprender con nuestra excelente profesora todo lo que ella nos quiera enseñar.

Aquí os dejo algunas de las piezas que he hecho o estoy haciendo en las clases de Ana. 

Pequeñas piezas - pruebas

Una original ensaladera

El jarrón sin esmalte
Jarrón esmaltado
Hojas - bandejitas

viernes, 12 de enero de 2024

En observación

Sufrió un terrible accidente

Mi preciosa cántara de Talavera de la Reina sufrió un terrible accidente, como veis en esta foto.  

 Ha tenido que pasar por el taller donde pegué como mejor supe los trozos y la vendé con cinta de carrocero. Ahora está en 'observación', pero yo espero que se recupere pronto y pueda volver a su lugar habitual. Aunque lo dudo porque le van a quedar muchas cicatrices y hasta algún hueco por los trozos que no conseguí recuperar. 

Como dicen los ingleses,  está seriamente dañada. Por mucho que la observe, no creo que vuelva a ser la de antes, ni pueda realizar la función que hacía antes.

 Mi maravilloso pie de lámpara  de Talavera se quedará un tiempo más en la UCI y luego pasará a algún lugar donde repose hasta el final de sus días.

Casi parece que hablo de alguien vivo. Y es que para mi las cosas de cerámica son parte de mi vida y las animo, les insuflo algo de mi vida. Casi les hablo, como a mis plantas.

Este 'pie de lampara' pertenece a mi anterior reencarnación. O sea, que tiene mas de 50 años. Así que lleva todo este tiempo conmigo. ¿Como no la voy a estimar, cuidar y conservar?

 Mirad cuanto uso ha tenido, hasta con dos pantallas diferentes:

Sobre el aparador antiguo

Sobre el velador de medusa y con otra pantalla


En la UCI


En el quirófano
Cuando pasen estos días y yo crea que ya se encuentra mejor, le quitaré los puntos, es decir, la cinta y le haré otra foto para enseñárosla. Obviamente no le voy a cubrir las grietas con pan de oro, como hacen los japoneses según la técnica Kintsugi. Tendría que usar tanto oro que me arruinaría y tampoco es eso.