¿Os suena este paisaje? ¿Conoceis a los montañeros de la foto?
Como se les ve un poco pequeños, os diré que son Pedro, Rafa y Tere. Yo soy la que va detrás, como siempre, haciendo las fotos. Al fondo, entre las nubes, a la izquierda, La Alcazaba y a la derecha, el Mulhacén todavía con mucha nieve, muchísima, para esta época del año. En medio, el Real, o sea el río Genil antes de juntarse con el Vadillo. Y esa es la Vereda de la Estrella, como seguro ya sabéis.
Para celebrar mi jubilación y el primer día real de vacaciones queríamos llegar hasta Cueva Secreta, pero al final la única cueva que hemos podido ver y disfrutar un buen rato, ha sido la de la Mina de la Estrella. Justo cuando estábamos llegando a las ruinas de la mina, y ya empezábamos a disfrutar de la vista del Corral del Veleta, justo antes de cruzar el barranco del Guarnón, nos ha caído una tormenta encima de las buenas, de las que pueden caer en la Sierra así sin pensarlo. Menos mal que Rafa, nuestro jefe de expedición vio la entrada de la mina, y allá que nos fuimos, aunque ya estábamos completamente empapados.
Esta foto es desde la boca de la mina, y si os fijáis un poco se puede ver el chaparrón que estaba cayendo. La tormenta ha durado bastante rato, y hemos tenido tiempo de secarnos un poco, oír los truenos y disfrutar de la lluvia, explorar la galería principal, hacer fotos, comernos los bocatas e incluso llamar a una pareja de senderistas que venía por el camino calados hasta los huesos para que se refugiaran con nosotros. Ellos nos han invitado a cerezas de Güejar Sierra, que estaban muy ricas, y nos hemos sentido anfitriones de una cueva prestada.
Al final no hemos llegado a Cueva Secreta, pero ha sido una excursión estupenda y yo, que tenia miedo de achicharrarme por el sol de estos días de verano, me he mojado mas que si me hubiera metido en la piscina.
El remate, cervezas, tapas y raciones en el mesón del barranco de San Juan. ¡¡Un día fantástico!!