jueves, 17 de diciembre de 2015

El olor de la casa del membrillo

Por la noche me levanté al cuarto de baño, como hago todos los días. Me vino un olor desagradable y tan fuerte que parecía que uno de los invitados se había dejado los zapatos en el pasillo. Luego pensé que no era ese el olor, mas bien parecía que habíamos dejado el estofado cocinándose lentamente en la olla lenta como yo hago en casa cuando quiero preparar un sabroso guiso de cordero, o peor aún, parecía una coliflor o un brócoli que se estaba cociendo lentamente.
Crema de verduras
Un guiso oloroso

Pero en esa casa no había olla lenta, ni muchos menos habíamos cocinado un estofado, ni siquiera una sopa de verdad. De cena tomamos sopa de cartón, unas tortillas con los huevos ecológicos que nos dejó como regalo en la mesa de la cocina la dueña de la casa rural donde nos alojábamos y unos ricos embutidos que nos habíamos traído desde casa. 
Así que el olor no procedía de allí.
Quizás fuera la chimenea, quizás alguien había tirado alguna cosa rara al fuego junto con los papeles que sobraron cuando Isa recortó las fotos de los folletos turísticos para  su libreta de viaje.
Teníamos una fantástica chimenea
Quizás en el montón de papelillos iba una monda de mandarina, unas cáscaras de nuez, los envoltorios de las galletas, ¿qué se yo?
Hora de ver la tele un rato




Ese extraño olor me recordaba también al que a veces me sorprende en la cocina de casa. Entonces me paso una mañana entera olisqueando, como un perrillo, todos los rincones. Busco algo podrido en el frutero, en el cajón de la verdura, en el cesto de las patatas o debajo del fregadero hasta que hago limpieza general y doy con una pequeña patata apestosa, deshecha y blanquecina que es la responsable de mi limpieza general.
Happy Halloween!
Mi bodegón de este otoño con calabazas


Barroco español
Este quedó precioso
En una ocasión tardé unas semanas en darme cuenta de que el olor procedía de un precioso bodegón de manzanas, membrillos y granadas que había puesto como centro en la mesa del comedor. En las fotos que le hice estaba fantástico   hasta que una manzana podrida acabó con la belleza de mi composición frutal.  Entonces decidí poner solo piñas y otras frutas secas para decorar.
El membrillo y el pozo en el patio de la casa

Pero en nuestra casa rural nadie había hecho nada por mejorar la decoración. La casa era grande, cómoda y caliente. Teníamos lo necesario para pasar allí unos buenos días de vacaciones visitando los alrededores y llegábamos a la casa solo para descansar un rato, cenar, echar unas partidas de cartas o de la wii, que es lo que hacía Isa P, e irnos pronto a la cama, que la vida de turista, como todos sabemos, es dura y hay que madrugar. 
Así que el olor no procedía ni siquiera de un simple frutero de decoración, ni de una jarrón con flores. 
Me volví a acostar con ese olor en la nariz y me levanté temprano, fui la primera y el olor seguía presente en el pasillo.  Quizás procedía de unas habitaciones cerradas con llave en la planta de arriba. La señora de la casa nos explicó que esa era su casa familiar de los veranos y estaba claro que algunas cosas no estaban allí para nosotros. ¿Se habrían dejado algo dentro que ahora se había descompuesto??

Todos se fueron levantando y empezamos a preparar el desayuno y las maletas porque ya se acababan las pequeñas vacaciones de este puente. 

La cebolla despeinada
Unas cebollas - buenas para la nariz
De pronto Isa salió del cuarto de la chica con un plato en la mano ¡¡lleno de trozos de cebolla!!


Ese remedio para la nariz atascada de Isa chica era el responsable del olor de la casa del membrillo. Ni guiso, ni potaje, ni membrillo podrido, ¡solo unos cascos de cebolla!
El porche de la casa del membrillo y del olor

Nos reímos un rato con los remedios caseros de mi hermana y nos alivió saber que no dejábamos ningún rastro apestoso en esa casa y que todo estaba bien cuando nos fuimos.
 Aquí tenéis a nuestro grupo, yo estoy al otro lado de la cámara, para variar.


Muchos besos y espero que disfrutemos pronto de otras buenas vacaciones. ¡¡Nos vemos en Navidad!!


Sepúlveda - Miradores, cordero, detalles y La Pava




No se por qué a los autobuses de la compañía La Sepulvedana que llevaban a mis primos desde Linares hasta Madrid le llamábamos La Pava. Hoy he visto en Internet que se les llamaba así en toda EspañaEs curioso ese apodo, ¿de dónde vendrá? 
En Granada solíamos llamar alsinas a todos los autobuses, aunque aquí tenía más sentido ya que la compañía era Alsina Graells SA. Algo como los danones.  Pero lo de La Pava es más difícil de entender y más gracioso. 
La ciudad desde el Mirador
Lo que tampoco sabía es que La Sepulvedana viene  de Sepúlveda y que Sepúlveda es un precioso pueblo de la provincia de Segovia.
En este viaje hemos ido a visitarlo.

Una ciudad preciosa, de lejos y de cerca
  La carretera que nos llevó de Pedraza a Sepúlveda nos dejó directamente en el Mirador de Zuloaga.
Una turista
Las Hoces desde la Virgen de la Peña
Paramos a disfrutar de la vista de la ciudad, y a hacer fotos ¡faltaría más!Y una vez en la ciudad, paseamos, compramos lotería de navidad, comimos cordero, como mandan las tradiciones y subimos a ver el río y los buitres al  Mirador sobre Las Hoces del Río Duratón, que está junto  a la Iglesia de Nuestra Señora de la peña. 

En el río Duratón - pose de grupo
Pose familiar - el río al fondo


Y finalmente, cuando ya el sol se estaba casi yendo, y eso que había lucido muy poco durante el día, fuimos a ver la Ermita de San Frutos ubicada en unas rocas sobre uno de los meandros u hoces del río. 
 Era un sitio precioso, pero estaba un poco oscuro ya y muy nublado. He tenido que hacerles unos arreglos a las fotos para que se pueda apreciar mejor el paisaje. Y a nosotros, que estábamos allí, ¡como unos valientes!
Isa un poco cansada de tanta piedra
Si desde lejos se ve bonita, Sepúlveda es aun mejor de cerca.
Pequeño detalle







Hay muchos edificios interesantes: la iglesia de Santiago reconvertida en Centro de Interpretación del Parque de las Hoces del Río Duratón, otras iglesias románicas, un castillo que se funde con el Ayuntamiento en la Plaza Mayor, casas de piedra con escudos y blasones, una fantástica pastelería para comprar dulces típicos y también unas extrañas figuras, llenas de historia, esculpidas en las paredes de las viejas mansiones.
Otro detalle

El Ayuntamiento y detrás el Castillo

Aquí solo tenéis unos cuantos detalles. Me dejo muchos más, por supuesto.  ¡Así tendré que volver en otra ocasión!










Las Hoces y la Ermita de San Frutos - una aventura

jueves, 10 de diciembre de 2015

Castillo de Turégano

En la puerta del castillo
Por las torres - les persigo como una sombra

Corre, Isa, que te hago una foto

Uf, qué de escaleras!!
Seguimos en Turégano.  Hay tantas cosas que ver, admirar y fotografiar que tengo que dedicarle mas espacio y mas fotos. 
Estoy segura de que un día los de Juegos de Tronos descubrirán este maravilloso castillo-iglesia y vendrán  aquí a rodar unos episodios. Me puedo imaginar  a Tyrion Lannister o cualquier personaje de la serie vociferando por esas torres y patios y batiéndose  en duelo con sus enemigos en esas tierras. 
Mientras ellos llegan, nosotros disfrutamos del lugar bajo la maravillosa luz de la puesta de sol.
Una almena de castillo encantado
 
Bueno, vale ...

Castillo de Turégano
El Castillo
Castillo de Turégano
La espadaña y el nido de las cigüeñas  

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Puente en Castilla

Más que un post debería hacer un libro de fotos. Hoy hemos vuelto del viaje y llevo toda la tarde organizándolas por días y temas y tirando a la basura las borrosas, que son muchas, o las que no tienen nada importante. Pero he hecho tantas fotos que podría ilustrar la wikipedia sobre algunos de los castillos y pueblos que hemos visitado. Y hemos visto más cosas y ¡¡hemos hecho muchos kilómetros!!
Han sido cuatro días muy intensos, casi sin parar. Con buena compañía, buen tiempo  y buena comida hemos llegado lejos.
Salimos de casa cuando amanecía
Nos citamos a mitad de camino entre Asturias y Granada con Isa, Alfonso e Isa p(equeña) para pasar este puente juntos en una casa rural de un pueblo de la provincia de Segovia tan pequeño que era muy dificil encontrarlo en los mapas. Pero los GPS hacen maravillas, y el Google map también. La casa era estupenda, cómoda, amplia, limpia y calentita. Teníamos chimenea, tele y wii para pasar unas tardes a gusto cuando se ponía el sol y empezaba a refrescar.
La iglesia en el Castillo
 Juego de Tronos
  El primer día visitamos el castillo de Turégano, que tiene una iglesia dentro, y donde subimos a la torre del Homenaje por unos fantásticos laberintos de piedra en escalera de caracol. Pudimos ver las alcobas del castillo y las mazmorras. Todo está bien conservado pero hay que ser muy valiente para asomarse a contemplar la vista infinita de Castilla desde lo alto de  la torre.
La espadaña de la Iglesia
Siempre que visito estos lugares históricos, me doy cuenta de que no me acuerdo de nada de la historia que estudié hace mil años. Se me mezclan en la cabeza batallas, reyes, ciudades. Debería haber repasado un poco la lección antes de ir por estas tierras castellanas.
Me han gustado mucho los castillos y los pueblos que hemos visitado, pero sobre todo me ha impresionado el paisaje. Todo es tan diferente de Andalucía. 
El otoño ya está terminado por esos campos y la sequía se nota mucho. Las tierras están pardas y lo único verde que se ve son las enormes manchas de pinos que hay en esta zona de Segovia.  Esto si que fue una sorpresa. Nunca hubiera pensado encontrar allí este enorme mar de pinos. Fijaos que hasta la autovía que hay de Segovia a Valladolid se llama Autovía de los Pinares.
Isa

Yo

La cabeza de Isa p

Las vistas, impresionantes

 
Me da miedo, dice Isa




La vista del mar de pinos desde el Castillo de Iscar
Esto es solo el principio de nuestro viaje-aventura de este puente. Os contaré mas y os enseñaré mas castillos. Volveré pronto. ¡Cuando descanse un poco!

jueves, 3 de diciembre de 2015

Tiempo de amarillos


Este va por Tere que me mandó ayer un poema de Elena Martín-Vivaldi dedicado al ginkgo biloba milenario que hay en el Jardín Botánico de la Universidad, en el edificio de la Facultad de Derecho.
un poema para Elena
Un banco, una alfombra, un poema

Tengo que ir varias veces hasta dar con el día exacto para hacer las fotos de cada otoño.  El que las hojas se vuelvan completamente amarillas depende del sol, de la lluvia y del frío. Este año el otoño del ginkgo ha sido un poco tardío pero, como siempre, la espera merece la pena. 
Es posible encontrar otros ginkgos en Granada. parece que se han puesto de moda, pero los de la Gran Vía, Parque García Lorca, calle San jerónimo o los de la Plaza de Bibataubín se ponen antes amarillos porque son muy jóvenes y pequeños. El ginkgo que nos ocupa, el de Elena, es enorme, dicen que es milenario. Sus hojas llenan todo el jardín de amarillo y ocupan todo el cielo sobre las demás plantas y árboles del Botánico.

Un gran árbol

Hojas limpias

Este es el poema:
GINKGO BILOBA   [ÁRBOL MILENARIO]   
Un árbol. Bien. Amarillo
de otoño. Y esplendoroso
se abre al cielo, codicioso
de más luz. Grita su brillo
hacia el jardín. Y sencillo,
libre, su color derrama
frente al azul. Como llama
crece, arde, se ilumina
su sangre antigua. Domina
todo el aire rama a rama.
Todo el aire, rama a rama,
se enciende por la amarilla
plenitud del árbol. Brilla
lo que, sólo azul, se inflama
de un fuego de oro: oriflama.
No bandera. Alegre fuente
de color: Clava ascendente
su áureo mástil hacia el cielo.
De tantos siglos su anhelo
nos alcanza. Luz de oriente.
Amarillo. Aún no imagina
el viento, la desbandada
de sus hojas, ya apagada
su claridad. Se avecina
la tarde gris. Ni adivina
su soledad, esa tristeza
de sus ramas.
          Fue certeza,  alegría – ¡otoño! - . Faro
de abierta luz.
         Desamparo  después. ¿Dónde tu belleza?
18-ginkgo
El sol en sus hojas

Jardin Botanico -
Detalles
Os dejo unas fotos que me he ido encontrando por ahí.
El poema en bronce bajo el ginkgo









    




Al solecito del otoño
 Es curioso, hoy,  precisamente, me he encontrado a estas señoras charlando con Doña Elena en la Avda de la Constitución.

¡Disfrutad de lo que queda del otoño y del  próximo San Puente!
 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

La Fiesta de Paz

Mi padre bromeaba con lo de los 25 años de Paz. Aquella celebración que se inventaron por el año 1964.  Él solía decir que mi madre tenía más. Pero entonces no eran tantos cómo ahora.
Ahí la tenéis hecha una valiente, tanto que se animó a que celebráramos su 90 cumpleaños por todo lo alto y por todo lo ancho de la geografía, de España y de fuera.
Vinieron los primos de Logroño, los de Madrid, los de Almería, los de Nerja y los de Linares, por supuesto. Y la familia que tenemos aún mas lejos: en Barcelona o en Dublín.
Casi todos los que fuimos
 Aquí estamos todos. Guapos y felices de vernos para esta ocasión, para charlar, reírnos, estar un rato juntos y celebrar el cumpleaños de mi madre, ¡¡¡90 años!!!
Mari Carmen y sus niños

Tres hermanas

Los dos Maestros de Ceremonias, Carlos y Nico
Flores y Martínez Cobo

Primos y primas

Mi madre, la homenajeada

Los Romanes y otros Flores

El libro de recuerdos para Paz



Menú,muy bueno
Marta y Pablo prepararon unas preciosas imágenes para ilustrar la tarjeta del menú de recuerdo.
Mama con un ahijado especial

Estos vinieron de lejos ...

La tarta de cumpleaños

También celebramos el cumple de Isa, ¡¡11 años!!

La abuela voladora


¿Verdad que son unos artistas?
Otros se encargaron de organizar todo este fiestón, buscar el restaurante, negociar el menú, informar a todos los interesados, hacer las cuentas. El comité lo formaron Mari Carmen, Tere y Nico. Unos auténticos expertos.
Entre todos los hermanos juntamos un puñado de fotos antiguas de la familia para ir pasándolas como fondo mientras estábamos en la comida. Algunas tuvieron mucho éxito. Como ésta por ejemplo:
Pili Román al micrófono, los otros de siesta


Os dejo en este post unas pocas fotos para recordar este día en que lo pasamos todos tan bien. También las tenéis aquí

 
En la mismísima Fuente Grande


Tere al micrófono, como tantos

Carmen y yo

Los Flores

Los primos Martínez, un montón ¡Ojala tengamos más cosas que celebrar pronto!