sábado, 22 de septiembre de 2007

¡Que viene el otoño!!!

El vestíbulo se convirtió en una piscina

Y con fuerza. Tanta que ayer por poco nos inundamos. De pronto el cielo se puso oscuro como si fuera de noche y empezó a caer agua con tantas fuerzas que se desbordaron las alcantarillas y el chorro del agua de la canal en el patio del Instituto parecía las cataratas del Niágara.  

No exagero que os voy a enseñar las fotos. Y lo peor es que no sería la primera vez en sus historia que nuestro instituto se inunda. 

Ya hace años, los entonces alumnos nos alegrábamos cuando veíamos el agua caer, porque eso implicaba cierre y vacaciones durante unos cuantos días. 

Ahora las cosas han cambiado mucho y ya no entra el agua hasta la caldera de la calefacción, ni hay que poner a funcionar la bomba de achique, ni llamar a los bomberos, ni la profe de griego se echa a nadar por las escaleras del sótano, ni los alumnos se quedan aislados y rodeados por la riada. 

Ayer entró de nuevo el agua en el vestíbulo y amenazaba con llegar hasta la dejásemos como en los viejos tiempos. Como diciendo: ¡Que estoy aquí, que no me olvido de vosotros!!!  

Menos mal que por estas tierras la lluvia dura poco. Cayó mucha agua en muy pocos rato y hoy ya hace sol y ya nos hemos ido con la bici. ¡Que tengáis una buena semana! Y por si no visteis las noticias, ahí van las fotos prometidas:

 

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