Lo peor de ser consciente del humo que cubre la ciudad es la incapacidad con la que uno se enfrenta a que en sitios ultra-contaminados como Valencia, se toma la histórica decisión de cerrar una industria que no cumple con requisitos ecológicos. Yo paso cada día por el carril de la Lona, se ve claramente como un par de chimeneas de la Vega granadina nos pintan de negro el cielo (ya castigado cierto es por el tráfico). Pero el espectáculo es espeluznante, más aun cuando lo veo de dos a cuatro veces al día, todos los días del año.
Lo peor de ser consciente del humo que cubre la ciudad es la incapacidad con la que uno se enfrenta a que en sitios ultra-contaminados como Valencia, se toma la histórica decisión de cerrar una industria que no cumple con requisitos ecológicos. Yo paso cada día por el carril de la Lona, se ve claramente como un par de chimeneas de la Vega granadina nos pintan de negro el cielo (ya castigado cierto es por el tráfico). Pero el espectáculo es espeluznante, más aun cuando lo veo de dos a cuatro veces al día, todos los días del año.
ResponderEliminarBueno, pero te recuerdo que el humo de la foto sobre Sierra Nevada, a la derecha por Nigüelas y Lanjarón, era por el incendio.
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